Este tipo de operaciones de venta de tierras se duplicaron por ejemplo en el último año en el campo gallego al pasar de 1.500 casos en 2013 a los 3.000 contabilizados el año pasado, según apuntan desde el sindicato Unións Agrarias (UUAA) en base a las estadísticas de la Consellería de Medio Rural.
Con la nueva PAC, el requisito para recibir una asignación de derechos obliga a que no se pueda sobrepasar el número de hectáreas declaradas en 2013, pero si durante 2014 un interesado en las subvenciones realizó una compra o arrendamiento de tierras entonces recibe el derecho de cobrar ayudas europeas por la superficie incluida en esa transferencia declarada en 2013.
En el caso del alquiler de tierras en otras CCAA, se trataba del pago único basado en la superficie cuyo importe se calculaba en base a las ayudas percibidas en un periodo histórico por el número de hectáreas que dio lugar a esos pagos.
De esta forma, casi la mitad de los perceptores recurrían a otras comunidades cercanas para alquilar terrenos porque en Galicia muchos estaban abandonados. Sin embargo, estos casos son ya anecdóticos porque desde este año se tomará como referencia para calcular la cuantía de la PAC las hectáreas declaradas en 2013, que dará como resultado un importe unitario de derechos de pago básico.