Según ha dicho, en 2011 llegó a pagarse el kilo de lana a 20 céntimos y ahora el producto que entra en estas instalaciones se paga entre 40 y 50 céntimos.
El ganadero "no llega a cubrir del todo los gastos de esquilar" pero así se evitan pérdidas y se genera empleo, ha dicho. En esta planta, separan la lana con pelo de la que no lleva, que tiene más valor, y también entre la blanca y la negra.
El tratamiento termina aquí porque el lavado y peinado para la elaboración de tejidos se realiza en el país de destino, ya que "en España no existe demanda de industria textil como para que funcionaran los grandes lavaderos que había antes".
"La lucha es hacerlo rentable porque la lana ha pasado años con precios muy bajos", lo que hacía que muchos ganaderos prefirieran destruirla que venderla, ha explicado.
Sólo una parte de las 2.000 que se generan al año
Esta producción es solo una parte de las más de 2.000 toneladas que se generan al año, según los datos que ha apuntado Biel.
"Aragón es la cuarta o quinta comunidad autónoma en producción de lana", ha dicho Biel, quien ha resaltado la importancia del sector primario y el ovino en particular "que está aguantando la crisis mejor que otros porque ha vivido muchas ya".
La planta de Alfambra da empleo a siete personas durante los seis meses de campaña que hay al año, pero junto al cebadero y la fábrica de piensos genera una quincena de puestos de trabajo en este municipio.
Son parte de los 160 trabajadores del Grupo Pastores, una cooperativa de carne de ovino, especialista en Ternasco de Aragón -carne de cordero- al que pertenecen un millar de ganaderos en unos 400 municipios de toda la región.
Esta empresa está implantada en el territorio aragonés, donde genera empleo e invierte "en tiempos de crisis", ha explicado el presidente del Grupo, Macario Quiles, que ha añadido que la empresa no se va a "deslocalizar".
Ha aprovechado también para criticar los recortes aplicados el pasado año para el desarrollo de este sector, además de los que se han producido en investigación e innovación.