Isabell García Tejerina fue muy clara al defender el papel que el sector agroalimentario en su conjunto representa para España, al ser el 7,8% del PIB, sólo dos puntos menos que el del turismo, e hizo hincapié en que la tasa de desempleo es de casi diez puntos menos que la medida nacional, pero también quiso aclarar a los asistentes que la negociación va a ser “muy dura”, ya que se empezó a hablar de unos recortes de unos 25.000 millones de euros y aunque el frente común de España, Francia, Irlanda e Italia lo ha ido frenando e incrementado su cuantía “puede haber recortes en un momento de crisis financiera en toda Europa”.

   Sin querer perder en ningún momento el optimismo, “porque un campo con PAC es una sociedad con futuro”, reconoció que toda esta discusión está provocando una gran “inquietud por las puntualizaciones del acuerdo” y porque los últimos países en incorporarse a la UE han hecho un frente común para  que haya una mayor redistribución de la PAC, lo que perjudicaría los intereses españoles, sobre todo porque también en esta ocasión el Parlamento de Estrasburgo va a tener voz y voto en esta negociación.

   La secretaria general del Ministerio también criticó la apatía del Gobierno socialista anterior, que permitió que se hablase de una “tasa plana para todos los países, que ha dado pie a que en el primer borrador de la PAC se incluya esta posibilidad”, algo contra lo que está luchando el actual ministro del ramo, Miguel Arias Cañete. En este sentido, y asumiendo que va a haber algún recorte, el objetivo del Gobierno es intentar que se mantenga la ayuda de los 30.000 millones actuales al final de la negociación.

    En relación con los Reglamentos de la PAC, la secretaria general incidió en alguna de las posturas que España defiende en el marco comunitario, así, en relación con las normas aplicables a los pagos directos a los agricultores ha destacado la necesidad de limitar el número de hectáreas admisibles que pueden entrar en el sistema de Pago básico, mediante el establecimiento de un periodo de referencia anterior a 2014.

    En cuanto a la convergencia interna, García Tejerina ha recordado que la propuesta  de la Comisión se basa en que  la ayuda directa a la renta se distribuya más equitativamente entre los agricultores, de forma que los derechos de pago activados en un Estado miembro tengan un valor uniforme en 2019, “un proceso, ha señalado,  que puede suponer trasvases muy importantes de ayudas entre sectores o territorios, lo que daría lugar a graves desajustes en las ayudas percibidas por los agricultores”. Frente a esa propuesta la Secretaria General ha abogado por un mecanismo de Convergencia Interna más flexible, progresivo y limitado para tratar de limar diferencias entre lo percibido con el modelo actual y con el nuevo.

   Pero pese a todo, Isabel García Tejerina insistió en que la futura PAC “es un modelo que representa una ruptura total con la anterior”, lo que conllevará muchos cambios en todos los aspectos que afectarán directamente a los agricultores y ganaderos. Aún así recordó que el Gobierno aún tiene capacidad de compensar algunos de los aspectos que puedan perjudicar a España, así como que “después de una negociación a 27, vendrá una a 17 (en referencia a las autonomías) que pueden ser aún más duras".

   En un coloquio con representantes del sector, la secretaria general de Agricultura habló de los derechos de plantación de viñedos, “que defiende la industria pero no los viticultores” y que puede conllevar que quienes abogaron por el arranque de viñas ahora pierdan sus derechos; de la remolacha, que afecta directamente a la provincia gaditana; de la innovación y el apoyo a los jóvenes agricultores o de las características especiales dl bosque mediterráneo, aunque especificó en todo momento que “hasta que no se vea el final de la reforma habrá que esperar a ver cómo se aplican las cosas y cómo se pueden compensar a los sectores más perjudicados”.

   En el acto celebrado en la sede de Asaja Cádiz en Jerez, también participó su presidente provincial, Manuel Vázquez, quien quiso hablar en todo momento de “un futuro en positivo”, y el director territorial de Andalucía Occidental de La Caixa, Juan Reguera, patrocinador del evento y colaborador del sector agrario con su entidad bancaria.

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