EFE.- «El cambio climático ha pasado de ser un problema biofísico a un problema de dimensión humana. Se necesita una reingeniería en la agricultura, una nueva confección de política, una nueva estrategia», dijo a periodistas el ambientalista del no gubernamental Centro Humboldt, Carlos Carballo.

Según Carballo, es necesario que los productores usen semillas adecuadas al clima, al tipo de zona agroecológica donde sembrarán.

El especialista advirtió que debido a las alteraciones climáticas puede haber una reducción de las áreas de cultivo de entre un 30 y un 40 %, principalmente en la zona central de Nicaragua.

«Es necesario diseñar con urgencia nuevas políticas públicas ajustadas a este fenómeno», insistió.

Por su lado, el especialista en gestión de riesgo del Centro Humboldt, Abdel García, dijo que otra alternativa para aumentar el rendimiento de los granos básicos es construir huertos escolares y familiares en las comunidades.

Si se diversifica la dieta alimenticia con hortalizas que se adapten a la poca lluvia y cambios de temperaturas, «ya estaríamos tomando previsiones para no depender tanto del grano básico», anotó el experto.

El no gubernamental Centro Humboldt dio a conocer esta estrategia durante la presentación en Managua del estudio «El cambio climático en los rubros de arroz, maíz y fríjol en Nicaragua».

Las previsiones del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) indican que, si bien El Niño no se ha presentado, lo hará a fines de este mes o inicios de julio.

Los científicos del Ineter han advertido que El Niño suele tener un impacto más severo cuando su intensidad es moderada, no necesariamente fuerte.

El Niño podría hacer que la canícula, el período seco en medio de la temporada lluviosa que inicia el 15 de julio y termina el 15 de agosto, comience antes y termine después de lo normal.

Los gremios productores habían advertido que ese fenómeno será negativo para el país.

La agricultura representa un 18 % del producto interno bruto (PIB) de Nicaragua.

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