EFE.- Para ello, el próximo uno de julio tendrá lugar la reunión del Convenio de Barcelona sobre Áreas Protegidas y Biodiversidad en Rabat (Marruecos), con el fin de apoyar la medida de detención de la destrucción de estos frágiles organismos marinos.

   Según Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana en Europa, "a pesar de tener una importancia ecológica reconocida por el ámbito científico, aún no existe ningún instrumento que proteja los corales de profundidad de las agresiones procedentes de la actividad humana en el Mediterráneo".

   En el funcionamiento de ecosistemas profundos, el papel de los corales de profundidad es fundamental, porque representan grandes focos de biodiversidad y refugian numerosas especies que los utilizan como zonas de puesta o criadero.

   Hasta hace poco tiempo, la falta de protección de los corales de profundidad se debía a un conocimiento pobre sobre esta especie, pero los nuevos descubrimientos y las recientes publicaciones científicas sostienen la propuesta italiana de introducir once nuevas especies en los listados de protección.

   Destacan la gorgonia candelabro, el coral negro árbol (que, según las investigaciones, podría existir desde hace más de 4.000 años), la madrépora mediterránea (un fósil que vive en el Mediterráneo desde el Pleistoceno), la madrépora débil y la gorgonia abanico.

   "Tras 18 años de aplicación del Protocolo sobre Áreas Protegidas y Biodiversidad no se ha incorporado ninguna nueva especie de coral. Oceana considera que con la información científica disponible hoy en día sobre corales de profundidad no existen excusas para una modificación y actualización de los Anexos", afirma Pilar Marín, científica marina de Oceana.

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