EFE.- Las obras las visitó ayer el consejero de Agricultura del Gobierno aragonés, Modesto Lobón, que ha enmarcado el proyecto en un conjunto de actuaciones emprendidas por su departamento desde el inicio de la actual legislatura en las que se han invertido más de 67,5 millones de euros.
Según informa el Gobierno aragonés, las obras, gestionadas por la Sociedad Aragonesa de Gestión Agrombiental (Sarga) y presupuestadas en 4’7 millones de euros, cuentan con una subvención pública del 65 por ciento aportada por Gobierno de Aragón, Ministerio de Agricultura y Unión Europea, mientras que el resto será abonado por los propios regantes.
Desde el Departamento de Agricultura se prevé que los trabajos, que comenzaron a principios de 2013, finalicen en el primer semestre de 2015.
A juicio de Lobón, esta actuación evidencia la apuesta de la Dirección General de Desarrollo Rural por la modernización del regadío como fuente de riqueza, mayor productividad agraria y rentabilidad del recurso hídrico.
A este respecto, Lobón, ha incidido en la importancia de unas obras, «que forman parte de un proyecto que abarca tres fases y que, en su conjunto, suponen una inversión de 20 millones de euros, por lo que se trata de una de las obras más importantes del Departamento».
Se ha referido, además, al nuevo plan de Desarrollo Rural en negociación con organizaciones agrarias y cooperativas, y ha resaltado que la modernización de regadíos «va a ser una de las piezas fundamentales del propio programa, porque es un elemento generador de riqueza».
Ha añadido que el proyecto iniciado constituye la primera fase de un «gran proyecto de modernización» que prevé la realización de otras dos acciones en las zonas 2 y 3 de la Comunidad General del Canal de Cinca en Barbastro.
La segunda zona en Barbastro afectará a 539 hectáreas y dispondrá de una inversión de 8,6 millones de obras, según el proyecto elaborado por Sarga, que prevé licitar los trabajos a finales del primer semestre de este año.
La tercera zona, que se prevé acometer en 2015, permitirá regar 963 hectáreas más con una inversión en torno a los 8,2 millones de euros.
Las obras conforman un proceso de modernización integral que afectará a todo el sistema de riego, que pasará a ser por aspersión y goteo a fin de dar mayor eficiencia al recurso agua.