Uno de los pocos cultivos valencianos que venía salvándose de la crisis generalizada de rentabilidad y cosechando precios razonables –la uva destinada a la elaboración de cava– se enfrenta a su temporada más difícil desde que el término municipal de Requena adquiriera el derecho legal de producir este espumoso bajo la Denominación de Origen Cava. Una situación que achacan a estrategias especulativas injustificadas.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) alerta de las estrategias especulativas que están llevando a cabo los grandes operadores del sector con el objeto de hundir los precios en campo a mínimos históricos, alrededor de 0,30-0,35 euros por kilo. La organización agraria subraya que estas maniobras orquestadas ante el inicio de la vendimia «no responden a motivos objetivos de mercado que justifiquen una bajada sin precedentes en torno al 30% respecto a las cotizaciones percibidas por los agricultores la campaña anterio, sino a estrategias especulativas injustificada».

La caída del precio de la uva llega cuando se ha multiplicado por cuatro la de inscripción con la que el consejo rector

El responsable de la sectorial del vino de AVA-ASAJA, José Luis Robredo, afirma que “en los dedos de una mano se pueden contar las grandes empresas que pretenden derrumbar los precios en el campo. Es un problema enorme porque, aunque no tienen argumentos de peso, se trata de firmas con mucho poder dentro de la cadena de valor. Por ello los productores y el resto de los operadores comerciales debemos mantenernos unidos y firmes ante este desafío, aguantando un buen precio al agricultor y apostando por un producto de calidad que goza de excelente demanda a lo largo del año. Desde luego, en cualquier tienda de la gran distribución, viendo toda la gama de cavas que hay a la venta, ningún dato justifica la bajada de precios en origen”.

Al respecto, Robredo considera un “despropósito” que esta pretendida y brutal depreciación se produzca justamente el mismo año que la DO Cava ha multiplicado por cuatro –de 10 a 40 euros por hectárea, frente a los 4 euros que se paga por ejemplo en la DO Utiel-Requena– la tasa de inscripción con la que el consejo rector plantea potenciar las campañas de promoción, calidad y diferenciación del cava nacional: “Por un lado nos aprietan con más gastos de promoción para, en teoría, revalorizar nuestras uvas, pero por el otro lado, a la hora de vender, nos aprietan con peores precios. Además de no tener ningún sentido, es una ecuación que a la larga supondrá un perjuicio para todos”.

El sector del cava valenciano viene atravesando una fase de clara expansión, con subidas anuales de las ventas de dos dígitos y con una producción superior a los nueve millones de botellas. Las principales variedades dedicadas a la elaboración de cava en Requena son Macabeo, Garnacha Tinta y Chardonnay, que ocupan una extensión cercana a las 4.000 hectáreas. Según Robredo, “muchos viticultores de la comarca han encontrado en el cava una tabla de salvación frente a la crisis estructural que sufren las uvas para vinos a granel, por lo que si acabara reproduciéndose una espiral de precios bajos también en el cava, fruto de estrategias especulativas injustificadas, habría mucho más abandono de viñedos y pérdida de empleos”.

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