Al hacerse cargo la Consejería de Agricultura como responsabilidad patrimonial de los daños provocados por el lobo (por ser especie protegida) los ganaderos deberán cobrar una indemnización por estos ataques.

    "Mientras tanto, los ánimos están por los suelos entre los ganaderos de esta comarca que se sienten aislados y desprotegidos y hartos de sufrir las consecuencias de un problema que no es suyo", ha señalado la APAG.

    Desde que comenzó el año ha habido otros ataques en los municipios de Gascueña de Bornova, Galve de Sorbe y en Atienza.

(Foto: Archivo)

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