EFE.- Fuentes del ministerio de Sanidad de Hamburgo, ciudad de la que surgió la alerta sanitaria, informaron hoy de que los análisis realizados en semillas germinadas almacenadas en casa de un afectado desde hace semanas resultaron negativos.

El ministerio alemán de Agricultura, a la espera de resultados concretos, mantuvo ayer la alerta tanto en los pepinos, tomates y lechugas como en las semillas de soja.

Ayer dieron negativo los análisis realizados en 23 pruebas de semillas, pero se esperaban las informaciones de los practicados en los correspondientes a un paquete que había conservado en el frigorífico de su casa uno de los infectados, un hombre de 42 años de Hamburgo, al que se dio ya el alta.

Se contaba con información a partir de esa fuente, puesto que la ingestión de esos alimentos coincidía con el inicio de la infección, casi tres semanas atrás.

La incógnita acerca del origen de la infección, que ha provocado en Alemania unos 2.500 ingresos de ciudadanos afectados de los cuales una cuarta parte ha desarrollado ya el síndrome urémico hemolítico (HUS), mantiene en vilo a consumidores, autoridades sanitarias alemanas y el sector agrícola de media Europa.

Inicialmente, se atribuyó la infección a una partida de pepinos españoles, lo que derivó en su retirada del mercado y acarreó pérdidas multimillonarias al sector.

A esa primera alerta siguió, días más tarde, una rectificación, pero de todos modos se mantuvo la recomendación de no consumir ni pepinos, ni lechugas o tomates crudos en tanto no se determine el origen de la peligrosa variante de esa bacteria.

El fin de semana pasado las sospechas se desplazaron a las semillas germinadas, procedentes de una granja ecológica de Baja Sajonia (norte de Alemania), pero ya el lunes se dio a conocer que los análisis habían dado negativo en las primeras treinta muestras.

A la falta de resultados esclarecedores han seguido las críticas tanto del sector agrícola alemán como de la oposición socialdemócrata-verde a la gestión del gobierno federal y en especial a la ministra de Agricultura, Ilse Aigner.

La incertidumbre ha hecho mella en todo el sector de las hortalizas, alemanas e importadas, a lo que ha contribuido tanto la multiplicidad de gobiernos implicados -federal y de los "Länder", tanto Hamburgo como Baja Sajonia- como de los laboratorios que practican los análisis y dan a conocer sus conclusiones.

El Instituto Robert Koch es el que centraliza las pruebas a toda enfermedad infecciosa, por encargo del gobierno federal, pero paralelamente se han estado dando a conocer resultados tanto desde la Clínica Universitaria de Hamburgo como de otros laboratorios.

 

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