EFE.- El ministro de Asuntos Exteriores, Murray McCully, dijo en un comunicado que Nueva Zelanda ha presentado en la CIJ una declaración de "intervención", que permite a un tercera parte no litigante exponer su punto de vista legal ante este tribunal.

Australia presentó una demanda ante la CIJ en 2010 para cuestionar la validez del programa científico japonés en la Antártida, a través del cual Japón justifica sus capturas de cetáceos.

A finales de ese año, el Gobierno neozelandés ya decidió intervenir "en principio" en el caso y "ahora ha entregado su declaración de intención", según dijo McCully, que evitó dar más detalles debido a que el litigio está en manos del tribunal internacional.

El ministro lamentó que Nueva Zelanda se haya visto obligada a adoptar la vía legal tras tres años de "duro trabajo" en busca de una "solución negociada permanente" que permita detener la caza de ballenas en la Antártida.

McCully explicó que como miembro de la Comisión Ballenera Internacional, Nueva Zelanda quiere asegurar el buen funcionamiento de este organismo y el adecuado respeto y correcta aplicación de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza Ballenera.

Japón abandonó la caza de ballenas en 1986 por una moratoria internacional, pero la retomó un año después bajo un programa con fines científicos autorizado por la comisión ballenera, a pesar del escepticismo de muchas asociaciones y países.

Otros países que también cazan ballenas o delfines para aprovechar su carne son Noruega e Islandia, así como las Islas Feroe y Groenlandia.

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