UPA Castilla y León alerta sobre la situación que se pueden encontrar los productores de patata de la región, que comprueban como las cadenas de distribución españolas están importando masivamente patata foránea producto de Israel, Egipto y Francia cuando la patata de Murcia y Andalucía están disponibles a partir de ahora, que son las regiones que abren campaña en nuestro país.

La organización apunta a una situación que puede afectar también al cultivo en Castilla y León, más tardía, cuya superficie esta campaña además puede incrementarse en torno a 2.000 hectáreas en detrimento de cultivos como el maíz y la remolacha llegando previsiblemente a una superficie total que rondaría las 20.000 hectáreas. En la región mayoritariamente se está sembrando con retraso en estas fechas debido a los grandes volúmenes de precipitaciones caídas en las últimas semanas.

“LO QUE OCURRE EN ANDALUCÍA ES UN TERMÓMETRO DE LO QUE PUEDE PASAR EN NUESTRA REGIÓN EN PRÓXIMOS MESES”

En una campaña como ésta con problemas de climatología y por lo tanto de rendimientos,  los precios a los cultivadores en España tienen que ser buenos, por lo que maniobras interesadas de terceros por importar grandísimas cantidades de patata foránea cuando la recolección masiva de la patata andaluza está a punto de producirse, es absolutamente interesada y muy perjudicial para nuestro cultivo.

Castilla y León es una de las regiones más productoras, y lo que ocurre en Andalucía es un termómetro de lo que puede pasar en nuestra región en próximos meses, «por lo que alertamos de la situación y denunciamos que determinados eslabones de la cadena agroalimentaria pretendan enriquecerse a costa del sector productor».

UPA CyL hace un llamamiento a la responsabilidad de la cadena de distribución española, y también a los consumidores de nuestro país. «La patata española y por lo tanto de Castilla y León es la mejor, con una calidad contrastada y que además genera un valor añadido a la economía rural, por lo que tiene que ocupar un absoluto protagonismo en los lineales de los grandes supermercados».

La organización recuerda que «cualquier maniobra con interés de provocar y forzar a la baja los precios en origen de la patata española debería ser no solo reprobado por parte de las administraciones públicas sino investigado. Reclamamos no solo la investigación al detalle de la trazabilidad  de toda patata foránea que entre en nuestro país, sino que además hacemos una llamamiento a la responsabilidad de los dirigentes de compras de las grandes cadenas de distribución asentadas en España para que pongan a disposición de los consumidores lo que reclamamos todos los ciudadanos, que es la patata nacional».