La Unió de Llauradors ha vuelto a presentar una nueva denuncia ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura; la Dirección General de Comercio y Consumo y la Dirección General de Producción Agraria con objeto de que se inicie una investigación sobre los precios que está aplicando la cadena de distribución comercial Carrefour de Alzira en una variedad de cítricos como la Orri por si pudieran estar incurriendo en prácticas contrarias a la Ley de la Cadena Alimentaria. Esta denuncia se suma a las presentadas contra cadenas de distribución a lo largo de los últimos meses.
La Unió venía denunciando hasta la fecha ofertas a precios ridículos en variedades tradicionales, pero la cosa ya se extiende a las más modernas y exitosas. Concretamente se venden mandarinas de variedad Orri a 0,99 euros/kg en ese supermercado de la Ribera, cuando los precios de la Conselleria de Agricultura (1 euro/kg) y de la Lonja (entre 0,94 y 1,19 euros/kg) en origen son los mismos o superiores a los ofertados por dicha empresa en sus lineales.
Piden a los titulares de los derechos de esta variedad que actúen, porque se les paga para protegerles del fraude
Por ello «se puede desprender que Carrefour vende/regala esas mandarinas a un precio por debajo o muy próximo al de origen y que, si a ese precio en el campo se le suman los costes del resto de la cadena de comercialización, supuestamente se estaría incurriendo en una posible venta a pérdida, de tal manera que la consecuencia a corto o medio plazo es que los productores terminen entrando en pérdidas», denuncia la organización en una nota.
La Orri es una de las nuevas variedades que ha aparecido últimamente en el panorama citrícola español, cuyos titulares han promocionado como el cítrico mejor pagado del mercado y que ha batido récords de cotizaciones en origen para los productores (0,8-1,1 euros/kg) y en destino (3,6 euros/kg de PVP medio).
Se trata de una variedad además que se encuentra protegida y que les ha supuesto a los agricultores un desembolso económico importante. De ahí que este caso, según denuncia La Unió, «sea inluso más sangrante si cabe que otros, ya que puede poner en peligro no sólo las inversiones de cientos de agricultores que han pagado en concepto de royalties cerca de 85€ por planta (más de 40.000 €/Ha), sino también la ilusión de muchos citricultores valencianos que habían depositado grandes expectativas en esta variedad y en otras variedades protegidas tardías para hacer viables económicamente sus explotaciones».
Por eso, esta organización pide también a los titulares de los derechos de esta variedad en España (TEO), gestores (Valenciana de Gestión Agraria S.L.U) y encargados de su control (Orri Running Committee), que averigüen y actúen ante estos hechos, «puesto que en su página web afirman que tienen por objetivo el control, defensa y promoción de la variedad Orri, la vigilancia de la cadena de distribución para detectar la presencia de fruta no regularizada en el mercado, así como la compra-venta de fruta Orri de procedencia no regularizada».
La Unió deja claro que «no va a aceptar ya más la excusa de un error en el etiquetado de la variedad»
A juicio de La Unió con actuaciones de este tipo «se pone en peligro el futuro de la citricultura moderna y por eso solicita una rápida actuación por parte de las autoridades competentes y que a los responsables, sean quienes sean y se llamen como se llamen, se les imponga el máximo régimen sancionador contemplado en la ley con objeto de que sirva de una vez por todas para que no vuelvan a incurrir en la misma presunta ilegalidad.
La Unió también desea manifestar que «no va a aceptar ya más la excusa de un error en el etiquetado de la variedad, ya que el agricultor, además de los derechos iniciales, paga anualmente 0,03 € por kg producido de esa variedad para que se controle un posible fraude». En este sentido LA UNIÓ ya ha recibido varias quejas en los que los citricultores trasladan su indignación por esta situación originada, ya que se muestran engañados.