La Asociación Bodegas Familiares de Rioja se retira de las mesas de gestión de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja -el Pleno del Consejo Regulador y la Interprofesional del Vino de Rioja- por su desacuerdo con la política estratégica, que va en contra del modelo de negocio de la pequeña y mediana bodega.
El anuncio lo ha hecho público este miércoles su presidente, Eduardo Hernáiz, en una rueda informativa, junto a su vicepresidente y portavoz en el Consejo Regulador, Juan Carlos Sancha, y la gerente, Ana Jiménez, tras las dos asambleas de la asociación, que han respaldado la decisión, por unanimidad, han indicado.
El colectivo se constituyó en 1991 por una veintena de viticultores y pequeñas bodegas de Rioja y en la actualidad cuenta con casi 70 asociados y tiene acreditadas a 216 en los órganos de gestión de la Denominación, que son las mesas de la Interprofesional y del Consejo Regulador.
Esta representación se traduce en más de la mitad del total de la rama comercial en ambos órganos de gestión, pero su participación se limita a únicamente el 8% de esta rama y al 4% de los votos, tal y como está estructurado el sistema de representatividad del Consejo.
Esta asociación, creada para defender los intereses de las pequeñas y medianas bodegas de Rioja, pide una representación económica real en estos órganos de decisión donde no solo cuenten los litros de vino en ventas, sino el valor de los mismos.
La salida de esta asociación de los mesas de gestión de la DOCa Rioja no implica su abandono de la Denominación, una región que es «la mejor de España para hacer vinos de valor y calidad», lo que, desde su punto de vista, se ha perdido actualmente, donde lo que se prima es el volumen, ha afirmado el presidente.
La decisión ha sido comunicada este miércoles, formalmente, al Consejo Regulador, Interprofesional del Vino de Rioja, gobiernos autonómicos de La Rioja, País Vasco y Navarra, al ser una Denominación compartida por las tres comunidades, y al Ministerio de Agricultura, como administración tutelante.
SOMOS RIOJA Y SEGUIMOS EN RIOJA
“Somos Rioja, y vamos a seguir siéndolo porque tenemos todas nuestras inversiones en esta tierra y porque seguimos creyendo en ella y en su potencial para hacer grandes vinos», ha asegurado el presidente de la asociación.
Sin embargo, «no tenemos capacidad de reencaminar el rumbo de Rioja hacia un modelo de valor, de calidad”, que ponga el foco en una viticultura «sostenible y en la elaboración de vinos artesanales de calidad», ha dicho.
«Estamos convencidos -ha añadido- de que la situación actual de Rioja, de sus bodegas y viticultores, sería muy distinta si la política seguida en los últimos años se hubiera preocupado más de proteger el valor de las uvas, de los vinos y del territorio, que de producir más cantidad de uvas y vino hasta llevar a Rioja a la situación actual».
Actualmente, la DOCa Rioja pasa por «una de las mayores crisis de excedentes de su historia enviando vinos a la destilación», ha dicho Hernáiz, quien ha agregado que, «pese a que llevamos desde 2017 produciendo claramente más uva de la que somos capaces de vender, las grandes compañías seguían pidiendo nuevas plantaciones hasta hace muy poco”.
Por su parte, Sancha, uno de los vocales más antiguos del Pleno del Consejo, ha dicho que el modelo histórico del reparto social del viñedo y de la riqueza se está quebrando en favor de compañías industriales, a las que les siguen saliendo las cuentas, entre otros aspectos, porque venden vinos de numerosas procedencias, no sólo Rioja, además de licores y espirituosos.
«Nos vemos incapaces de cambiar un modelo de negocio que no compartimos, puesto que está basado en la producción de vino para lineales de alimentación a precios con los que las pequeñas y medianas bodegas no podemos competir», ha detallado Sancha.
RIOJA PUEDE ACABAR ARRANCANCO VIÑAS
También ha considerado que este modelo que Rioja desarrolla en los últimos años «se ha llevado a muchas bodegas por delante» y, pese a las medidas de cosecha en verde y reducción de rendimientos aplicadas este año, hay un excedente de más de 150 millones de litros en bodegas, y es probable que «Rioja acabe terminando arrancando viñas».
El presidente de la Asociación ha informado de que hace dos años, cuando se celebraron las elecciones a la Interprofesional para acreditar un nuevo mandato conforme a la representatividad, Bodegas Familiares avisó al Consejo y a la Interprofesional de su desacuerdo con este sistema.
El presidente del Consejo Regulador, Fernando Ezquerro, ha transmitido a la asociación su interés de cambio del sistema de representatividad, pero no hay una propuesta concreta y hasta que no haya una modificación, que tendrá que ser en las próximas elecciones de 2025, Bodegas Familiares no participará de las decisiones de estos órganos de gestión.
La gerente ha indicado que los votos actuales de esta Asociación Bodegas Familiares de Rioja en el Consejo y la Interprofesional se los tendrán que repartir el resto de asociaciones integradas en la rama comercializadora.