La detección de los dos primeros olivos enfermos de la Xylella en Francia junto a la frontera italiana ha generado inquietud entre los agricultores, que piden prudencia a la hora de aplicar medidas para evitar la propagación, en particular el arranque de árboles.
«Antes de arrancar, seamos prudentes», subrayó este sábado 6 en declaraciones al canal France 2 Michel Dessus, presidente de la Cámara de la Agricultura del departamento de los Alpes Marítimos, donde se han identificado esos dos casos en las ciudades de Menton y Antibes. junto a la frontera italiana, país donde ha habido muchas críticas por su forma de afrontar esta plaga.
Dessus mostró su preocupación por las consecuencias que esta plaga puede tener para el sector.
Los dos olivos enfermos son ornamentales, presentan síntomas de estar secándose y serán arrancados y destruidos en los próximos días, como también se arrancarán otras plantas sensibles a la bacteria en un «perímetro de lucha» que se ha establecido a su alrededor, según el Ministerio de Agricultura.
El Ministerio indicó en un comunicado este viernes que se ha puesto en marcha un plan ante la presencia de la Xylella en Francia, además, un perímetro de vigilancia de cinco kilómetros de radio para todos los vegetales.
El Gobierno pide «reforzar las medidas de vigilancia y garantizar la destrucción de los vegetales sensibles»
Antibes, que se encuentra entre Cannes y Niza, y Menton -en la frontera con Italia- ya están en una zona delimitada para la «Xylella fastidiosa» desde 2015, cuando se detectó por primera vez la bacteria en Francia.
De acuerdo con los datos oficiales, esa bacteria que es potencialmente mortal para decenas de especies vegetales (como el olivo, la vid o el almendro) está presente en Córcega y en 19 municipios de los departamentos de Var y de los Alpes Marítimos.
Desde 2015 se habían tomado muestras de 5.100 olivos, sin que se hubiera obtenido ningún positivo hasta estos dos ejemplares.
El de Menton corresponde a la misma bacteria que está presente en Italia. De ahí la insistencia del departamento de Agricultura para pedir a los profesionales, pero también a los particulares, que no transporten plantas en sus viajes en Francia o al extranjero.
El ministro, Didier Guillaume, dijo que se toma «muy en serio esta alerta sanitaria» y espera la cooperación de propietarios, particulares o profesionales con los servicios públicos para «reforzar las medidas de vigilancia y garantizar la destrucción de los vegetales sensibles».