La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila lamenta que un ganadero de la localidad abulense de Navarredonda de Gredos haya sufrido la presencia del lobo este fin de semana. En esta ocasión ha sido en Navarredonda de Gredos, donde una novilla de año y medio fallecía tras el ataque, pero son muchas las zonas que se ven afectadas por la presencia de los lobos en las explotaciones ganaderas, a pesar de que no salen a la luz los ataques.
El presidente de ASAJA de Ávila, Joaquín Antonio Pino, entiende que los ganaderos, en ocasiones, no quieran dar a conocer los ataques de lobos a sus animales porque se encuentran desamparados.
“Los ganaderos no son quienes deben alimentar a los lobos”
Ha puesto de manifiesto de nuevo que parece que la Junta de Castilla y León mira hacia otro lado en este asunto. Por este motivo, Joaquín Antonio Pino solicitará de nuevo a la administración regional que se abatan con la mayor celeridad posible, ejemplares de lobo, ya que esta medida se puede llevar a cabo, dentro de los parámetros que existe en la ley, como medida de control poblacional de la especie.
Joaquín Antonio Pino ha vuelto a destacar que los ganaderos no pueden ser quienes sufran las consecuencias, por eso ha incidido en que de inmediato se ponga en marcha el acuerdo tomado a principios de año entre las organizaciones agrarias y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, para actualizar o incrementar los baremos de indemnización. “Los ganaderos no son quienes deben alimentar a los lobos”, ha añadido.
Así se lo hará llegar al propio Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la administración regional, Juan Carlos Suárez Quiñones, para que escuche de nuevo las reivindicaciones de los ganaderos y se ponga en marcha esta medida preventiva de control, que está establecida, repite de nuevo, en el Plan de Conservación y Gestión del Lobo.
Según ha subrayado el propio presidente provincial de ASAJA, en esta ocasión ha sido una novilla de año y medio la que ha muerto a consecuencia de los lobos, algo que han certificado desde la Junta, pero mañana será otro, y el siguiente otro. “Si no pone solución la Junta cada día los ganaderos estarán a la espera de la llegada del lobo a sus explotaciones o donde descansa el ganado”, ha concluido.
Totalmente de acuerdo. Los ganaderos sufren importantes pérdidas por los ataques de los lobos. Es un coste que no es justo que soporten los ganaderos. Por otra parte, me parece razonable que los lobos existan pero entonces la colisión de derechos se debería resolver con una pregunta prevista en el Derecho Romano: La pregunta que hay que hacerse para determinar quién debe hacerse cargo de ese coste es: CUI PRODEST? ¿A quién beneficia la existencia de los lobos? ¿Quiénes están a favor de su existencia? Pues esas personas interesadas en la existencia de los lobos son los que deben sufragar los daños que provoquen y, en su defecto, las administraciones públicas.
Si los ganaderos no denuncian los ataques de lobos administrativamente no existen. Hay que poner en evidencia todos y cada uno de los ataques de la fauna salvaje en las explotaciones.
La ganderia extensiva, promovida desde todas las administraciones, es el futuro o debería serlo de nuestra ganaderia. Sin embargo, parece que nuestro ganado deba alimentar a todos los carroñeros que pueblan nuestros campos y bosques. Hay que denunciar y lograr que las administraciones cubran no tan sólo el valor del animal atacado, si no la pérdida futura de renta que estos ataques provocan.
A los grupos animalistas: los ganaderos producimos carne. Estamos de acuerdo en que exista libertad para ser veganos, pero también existe la libertad de consumir carne de proximidad. Los que son una especie en extinción no es la fauna salvaje, sino los productores de carne que ven mermados sus ingresos debido a los ataques de quienes ustedes defienden