A su juicio, estos establecimientos gozan de la confianza de un consumidor fiel e incluso en momentos muy difíciles, como el que se desató hace años por el "mal de las vacas locas", se consiguieron recuperar rápidamente las ventas en estos puntos, y entonces -remarca- sí hubo un problema con posibles repercusiones sanitarias.

    Desde la única carnicería especializada en venta de carne de potro de Girona, "Lluis Garnacha", Dolores Frigola ha detallado que el escándalo provocado por la aparición en toda Europea de productos alimentarios etiquetados como vacuno cuando en realidad contenían carne de caballo no ha afectado a las salidas de género.

    "Las ventas se mantienen y la recaudación es la misma que la del año pasado; no hemos notado ningún cambio", ha precisado esta profesional con más de 27 años de experiencia en el negocio, que también remarca la normalidad en los precios y pedidos, que mantiene estables para todo el año a ganaderos de la Cerdanya.

    Frigola sí ha reconocido que los consumidores se acercan con más "humor" e incluso hay quienes bromean asegurando que vienen "directamente a por caballo, porque no quiero comer ternera".

    La directora técnica de la Interprofesional de la Carne de Vacuno Autóctono de Calidad (Invac), Cristina Palomino, ha confirmado que no han visto cambios en el mercado cárnico, porque en este sector, en concreto, los consumidores saben que el producto procede de razas autóctonas vinculadas al territorio, ternera que "ven en el prado".

    "Conocen la procedencia de filetes o hamburguesas", ha insistido Palomino, "la certificación de calidad de estos productos asegura que la carne es cien por cien vacuno y que no puede contener mezclas de equino"

    Ha subrayado que este mercado se caracteriza por pequeños volúmenes ligados a razas como la asturiana de los valles (carne xata-rosa), avileña negra-ibérica (IGP carne de Avila), retinta o pirenáica (ternera de Navarra).

    Mas aún, no descarta que esta crisis que recorre Europa provoque un repunte de las ventas de este tipo de productos autóctonos de calidad diferenciada contratable, ligados al territorio.

    "La información que han dado las medios ha sido muy buena y ha quedado claro que se tata de un problema de mal etiquetado, burocrático y nunca de índole sanitario", ha reflexionado el responsable de vacuno cárnico de la organización agraria COAG, Alberto Gracia, quien afirma que "no se ha visto ningún cambio" en la comercialización, ni en el precio. "La gente lo ha entendido perfectamente y no detectamos por el momento ninguna incidencia", ha indicado Gracia a Efeagro.

    "El mercado interno está muy tranquilo desde las Navidades", al igual que los precios, que se mantienen, en el caso del macho de la categoría R o intermedia, en unos 3,85 euros por kilo/canal, e incluso, hubo algún repunte reciente en lonja, ha señalado.

    En la semana del 10 al 16 de febrero, Mercamadrid operó 385.764 kilos de vacuno en canal; 4.940 de casquería de este animal; 4.500 en conserva; 33.748 en despieces-añojos; 33.748 en despieces de vaca; 96.970 en elaborados y 32.200 kg de vacuno precocinado.

    "El consumidor español tiene claro que este supuesto escándalo no es algo que afecte a la carne de vacuno, ni que sea atribuible en absoluto a los ganaderos españoles; la confianza en la calidad y seguridad de la carne que se produce y consume en nuestro país sigue en niveles muy altos", apuntan desde la organización agraria UPA.

    "Exigimos que se aclare definitivamente este embrollo y que se depuren responsabilidades a las empresas que hayan podido incurrir en fraudes de etiquetado", ha añadido las mismas fuentes.

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