Más de 300 estudiantes universitarios realizarán prácticas formativas en entornos rurales este verano gracias a la primera edición de Campus Rural, una iniciativa impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), con el apoyo del Ministerio de Universidades y la CRUE, que pretende reconectar a los jóvenes con el territorio y favorecer el papel de la universidad en la reactivación de las zonas rurales. El programa, que arranca este 1 de junio, facilita a los estudiantes universitarios formación y experiencia en administraciones, organizaciones, empresas e instituciones de estos entornos.

En concreto, Campus Rural permite a los estudiantes de Grado o Máster oficial de cualquier disciplina completar su formación con el desarrollo de prácticas académicas, curriculares y extracurriculares, en municipios de menos de 5.000 habitantes o núcleos rurales por debajo de ese umbral, con el objetivo de acercar talento a los pueblos en situación de vulnerabilidad territorial.

Las 36 universidades públicas españolas que se han adherido al programa podrán implementar por primera vez este modelo de inmersión rural, contribuyendo a dinamizar el tejido productivo social e institucional de estos entornos, visibilizar las oportunidades socioeconómicas, fijar nueva población y favorecer el requilibrio y la cohesión territorial.

Asimismo, permitirá fomentar la conexión emocional de los alumnos con el territorio y el conocimiento del medio rural, rompiendo prejuicios y estereotipos y promoviendo la consideración del medio rural como lugar de oportunidades cualificadas de futuro. El beneficio es mutuo: las alumnas y alumnos podrán conocer y entender mejor su país, y los territorios despoblados recibirán una aportación de talento.

“Este no es solo un proyecto ilusionante, sino enormemente transformador, y una clara muestra de la política pública de cohesión y transformación territorial que está impulsando el Gobierno”, ha declarado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. “Es imprescindible establecer lazos más profundos entre los jóvenes y el territorio. Debemos entender nuestros pueblos como espacios de emprendimiento, empleo y oportunidad”, ha señalado.

UNA EXPERENCIA LABORAL, PERO TAMBIÉN VITAL

Las prácticas durarán entre tres y cinco meses, se desarrollarán entre el 1 de junio y el 31 de octubre y contarán con una ayuda económica de 1.000 euros brutos mensuales por alumno, junto a la obligada cobertura de gastos derivados de la Seguridad Social.

Los estudiantes, que deberán residir en el municipio donde realicen las prácticas, tendrán la oportunidad de protagonizar una verdadera inmersión en el lugar de destino; una experiencia laboral, pero también vital.

Aunque es la primera vez que se pone en marcha a nivel estatal, existen precedentes de éxito que respaldan esta apuesta por el modelo de formación y territorio. La Universidad de Zaragoza ha completado ya la tercera edición del programa ‘Desafío’ y la Universidad de Castilla-La Mancha ha celebrado este curso la segunda edición de la iniciativa ‘UCLM-RURAL’. Los resultados obtenidos han motivado a replicar este modelo a nivel nacional, extendiéndolo a otras universidades públicas y favoreciendo el papel vertebrador de la universidad en la transformación del país y la reactivación del territorio.

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