¿Cuál es su opinión sobre la reforma?


    Si me pregunta si estoy contento, la respuesta es no. Porque no es la PAC que hubiéramos hecho en el Parlamento. Nuestra perspectiva era totalmente diferente a la del comisario de Agricultura, Dacian Ciolos. Pero hemos realizado correcciones profundas y hemos modificado mucho la propuesta inicial. Seguramente de lo que estoy más orgulloso es de que tendremos la posibilidad de modificarla en 2017. La PAC de hoy debe estar concebida en un contexto mundial completamente diferente: tiene que gestionar una demanda que crece a un ritmo superior al que lo hace la oferta. Los precios de productos agrícolas como el maíz, el arroz, la soja o el azúcar se han duplicado en diez años; y los analistas dicen que en el futuro será superior. Esto significa problemas muy serios en muchas partes del mundo, y la PAC no puede no tener cuenta este nuevo escenario.

¿Cómo valora el papel del Parlamento en la reforma de la PAC para el periodo 2014-2020?


   Es la primera vez que se afronta una reforma así de importante, bajo el tratado de Lisboa. Por tanto, es la primera vez que el Parlamento Europeo tiene un papel de codecisión y hoy nada puede ser votado y aceptado sin su voz. La propuesta de la Comisión Europea provocaba, verdaderamente, un malestar muy fuerte. De hecho, ahora se expresa un juicio muy positivo, pero eso es porque el punto de partida era muy negativo.

¿Qué le falta a esta PAC?


    Esta PAC no hace nada por la productividad o competitividad; hace muy poco por la búsqueda de la innovación y casi nada para que las empresas se adapten a un mercado más competitivo y más difícil. Pero sí tenemos el orgullo de haber corregido los riesgos de los desajustes que se imponían desde el norte de Europa, pienso sobre todo en la aplicación de las medidas medioambientales del "greening", como quería Ciolos. En los cultivos arbóreos hubiéramos tenido que poner en reposo permanente el 7 % de la superficie de los olivos, viñedos y cítricos en un momento en el que todo el mundo se pregunta cómo producir más.

¿Cual es entones, en su opinión, el enfoque medioambiental?


    La sostenibilidad ambiental tiene una importancia mayor que en el pasado, no menor. Pero hay que ponerla en un contexto de mayor producción. Los investigadores ingleses han acuñado el término "Intensificación Sostenible". Es uno de los grandes retos del futuro. Espero que en la revisión de 2017 volvamos a ocuparnos de cómo Europa puede responder a esta extraordinaria demanda de alimentos.

¿Cuáles serán los principales desafíos de la aplicación de la PAC 2014-2020 por parte de los Estados?


    En el caso de los países del sur de Europa, cómo gestionaremos la convergencia interna: la aplicación del mecanismo de redistribución, que en gran parte es uno de los principales éxitos de esta PAC, que es más equitativa. La segunda cuestión son las ayudas acopladas. Nosotros hemos aumentado fuertemente la cuota: el 15 % de las ayudas directas puede gestionarlas el Estado Miembro de manera acoplada. Para España, esto supone 700 millones de euros al año. Para Italia 550 millones. Y, finalmente, la definición de agricultor activo: el beneficiario de la PAC. Es un desafío. Hemos hecho una lista negra para excluir a los que no tienen nada que ver con la PAC. En España se ha trabajado muy bien en este sentido, y el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, está trabajando con las comunidades autónomas.

¿En qué aspectos ha mejorado?


    Se inicia un proceso de equidad que antes no existía y hay una protección para que quien tiene un nivel de ayudas mas alto no pueda perder más de un 30 %. Partiendo de la propuesta de Ciolos, este es el mejor resultado que podíamos obtener en una lógica mediterránea. Este juicio en Inglaterra sería menos entusiasta, seguramente.

¿Y para el agricultor español?


    Hoy puede estar seguro que tiene un presupuesto financiero importante. Que habrá una reducción, pero que no será significativa, y que las ayudas estarán hasta 2020. Que hay novedades importantes en la organización única de mercado que garantiza sectores importantes (como el mantenimiento de los derechos de plantación en el vino hasta 2030 o las cuotas de azúcar hasta 2017) y hemos reforzado las organizaciones de productores.

¿Y a partir de 2020?


   Necesitamos una agricultura más competitiva, para impulsarla hacia el crecimiento de demanda internacional. Hay que potenciar las oportunidades de negocio en nuevos mercados y promover los productos europeos. Espero que la negociación de 2017 pueda poner más "al centro" la empresa y el trabajo, que son el corazón de una posible reducción de la próxima PAC.

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