Noviercas, un pueblo soriano de apenas 150 habitantes, ha acogido en sus calles a cientos de personas que se han trasladado hasta allí para manifestarse contra la posible construcción de la mayor macrovaquería de Europa y solicitar una moratoria a la ganadería industrial en Castilla y León. La jornada Movilízate contra la mayor macrogranja de Europa ha tenido como lema «Ni en tu pueblo ni en el mío», para visibilizar así la fuerte oposición que existe en el medio rural a la instalación de este tipo de proyectos en sus territorios. Además de los visitantes, el pueblo ha recibido una vaca hinchable gigante, de cuatro metros de altura.

Durante la mañanadel sábado 25, se ha podido escuchar a diferentes personas hablar de la situación actual del proyecto de ganadería industrial que la empresa Valle de Odieta quiere instalar en Noviercas, así como de los valores ambientales, culturales y naturales de la zona. También han dado su testimonio personas de otros territorios afectados por este tipo de instalaciones y se ha podido conocer, de la mano de sus protagonistas, ejemplos de buenas prácticas.

Paralelamente se han realizado talleres para personas adultas y para niñas y niños, en los que se han tratado los valores de otro tipo de ganadería más tradicional y extensiva y han elaborado materiales para una marcha que todos los participantes han realizado por la tarde desde el pueblo hasta los terrenos en los que se instalaría la explotación. Después, diferentes cantantes han amenizado la comida tras la que se ha realizado con un ambiente lúdico el paseo hasta los terrenos donde está proyectada la instalación.

En la manifestación no ha faltado la vaca gigante y, para finalizar, Joaquín Araújo —naturalista, periodista, escritor y divulgador— ha finalizado la jornada con la lectura del manifiesto. «El agua es una columna de cristal que sostiene, mantiene y cumple todas las promesas que la vida se hace a sí misma. Si las raíces beben, el agua se yergue y ya todo es posible», ha aclamado el escritor en su intervención. En una pancarta horizontal de 4 x 9 metros se podía leer el lema «Por un mundo rural vivo», mientras que en la pancarta de cabecera se compartía el mensaje de «Ni en tu pueblo ni en el mío», en solidaridad con las otras muchas poblaciones afectadas en todo el Estado.

«Este desorbitado proyecto se ha convertido en el símbolo de la aberración del modelo de ganadería industrial que está proliferando en muchos territorios rurales de la llamada España vaciada, aprovechando la poca densidad de población que hay en estas zonas (y por tanto la poca oposición) y usando el falso argumento de los beneficios que proyectos como éste pueden traer a los territorios para luchar contra la despoblación. La ganadería industrial genera muy poco empleo y, por el contrario, deja una huella irreparable en los recursos naturales de sus poblaciones», han declarado desde las organizaciones convocantes.

×