La nueva estrategia alimentaria de la UE que coordina el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) Frans Timmermans, está provocando el rechazo de todo el sector agrario y hasta del ministro de Agricultura Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, que en una entrevista concedida a Efeagro, ha señalado que «la estrategia alimentaria de la UE no puede hacerse de la noche a la mañana»
En la entrevista, Planas asegura que «hace falta conocer el documento que aprobará el colegio de comisarios este miércoles y hasta que no lo leamos con detalle, en su versión oficial, no voy a manifestarme al respecto. Algunas informaciones de las que hemos tenido conocimiento muestran que lo que plantea es una nueva orientación que va en línea con la reforma de la PAC, en el sentido de una mayor sostenibilidad ambiental, lucha contra el cambio climático y preservación del medio ambiente. Esa orientación estratégica hacia una PAC más verde me parece positiva, pero hay que dejar claro dos elementos: que hace falta tiempo para llevarla adelante; esto no se puede hacer de la noche a la mañana porque significa un giro muy importante en la orientación productiva del sector primario, y en segundo lugar implica costes de producción».
«Por tanto, necesita de una mayor dotación económica por parte de la PAC, como mínimo similar a la del periodo 2014-2020. Si hay nuevos objetivos, si hay nuevos retos, lógicamente tienen que ser financiados para conseguir esa triple sostenibilidad (medioambiental, económica y social)», señala el ministro en la entrevista.
Sobre la propuesta de Frans Timermans sobre la opción de aprovechar la pandemia para dejar atrás la economía lineal generadora emisiones de dióxido de carbono y buscar “otro camino” , Luis Planas destaca que «hay un proceso que se inició cuando los agricultores y ganaderos se convirtieron en los primeros medioambientalistas cuando no se hablaba de medio ambiente; han sido los que han preservado nuestro medio y recursos naturales».
En este sentido, añade que «en los últimos años ha habido una atención creciente y una disminución de la utilización de los productos fitosanitarios, el empleo de medios más naturales en la lucha contra plagas y enfermedades, y una disminución en la utilización de antibióticos en relación con la alimentación animal, por no citar la modernización de la irrigación, de la que somos pioneros junto con Israel. Tenemos un buen trecho realizado, con un 9% de la superficie agraria útil dedicada a cultivos ecológicos, lo que nos convierte en el primer país de la UE en este aspecto».
Para el ministro de Agricultura, esto «no significa que todo sea sencillo. Por eso me parece tan importante que siendo la orientación correcta, y la suscribo, el acuerdo de París de Lucha contra el Cambio Climático, más los objetivos 20/30, nos delimitan una orientación que tenemos que seguir estratégicamente, no solo la UE sino el conjunto de los países desarrollados del mundo».
Por último, señala que «todo eso necesita de un calendario que sea discutido y asumido por los actores del cambio (agricultores y ganaderos) y sea objeto de una financiación adecuada para llevarlo a cabo, porque lo que no puede es convertirse en un coste superior para el propio consumidor en el caso de que no tenga una financiación adicional».