New Holland celebra el 50 aniversario de la introducción de las primeras cosechadoras con la tecnología de trilla y separación Twin Rotor de la marca, una línea de productos que ha pasado de un único modelo de cosechadora de doble rotor en 1975 a una gama completa en la actualidad, encabezada por las nuevas CR10 y CR11.

Hasta la fecha se han fabricado más de 70.000 cosechadoras de doble rotor TR y CR en todo el mundo. El Centro de Excelencia de Cosechadoras de New Holland en Zedelgem, Bélgica, ha sido objeto recientemente de importantes inversiones y mejoras para la producción de los últimos modelos CR10 y CR11.

LA PRIMERA COSECHADORA DE DOBLE ROTOR

Conocida por su experiencia en productos para la agricultura forrajera como empacadoras y equipos de recolección de forraje, New Holland, entonces un fabricante principalmente estadounidense, entró en el mercado de las cosechadoras en 1964, cuando adquirió la empresa belga Claeys, que había introducido su primera cosechadora autopropulsada en 1952. Durante la década que siguió a la adquisición, New Holland continuó desarrollando la línea de cosechadoras convencionales de sacudidores, pero durante la década de 1960 empezó a investigar nuevas formas de trillar y separar el grano para aumentar la producción, incrementar la limpieza y reducir las pérdidas, dando lugar a la cosechadora de doble rotor.

Para ello, los ingenieros de New Holland estudiaron la fuerza centrífuga y su potencial para separar el grano de la materia vegetal, un concepto innovador que difiere claramente del método tradicional de trilla y separación. La primera máquina de desarrollo, adaptada del modelo 985 de sacudidores de Claeys, se probó en maíz en 1968 y en trigo al año siguiente.

Los ensayos demostraron la ventaja de dividir el flujo de entrada desde el elevador en dos corrientes, alimentando a dos rotores longitudinales con giro opuesto que trabajan complementados con cóncavos de trilla y rejillas de separación. La elevada velocidad de los rotores hacía que la fuerza centrífuga expulsara gran parte del grano a través de los cóncavos, lo que minimizaba los daños en el grano en comparación con la trilla tradicional de cilindro y cóncavo, y reducía al mínimo las pérdidas de grano si se comparaba con la separación de sacudidores.

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