EFE.- El Plan Hidrográfico de la Cuenca del Ebro, que supondrá una inversión de 600 millones de euros, fue aprobado ayer por el Consejo del Agua de la Demarcación del Ebro (donde Navarra tiene cuatro votos), con 72 votos a favor y nueve en contra, los de la Generalitat de Cataluña.
El consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local de Navarra, José Javier Esparza, ha expresado su conformidad con el plan en la reunión que ha mantenido en Zaragoza el Comité de Autoridades Competentes, que representada a todas las comunidades que forman parte de la cuenca, la administración central y la local.
De los veinte miembros que integran el Comité de Autoridades Competentes, 18 han votado a favor del proyecto del plan, entre ellos Navarra, y dos en contra.
El Plan Hidrográfico, culminación de una larga serie de trabajos y numerosas alegaciones, debe ser elevado ahora al Consejo Nacional del Agua y al Gobierno central para su aprobación definitiva mediante Real Decreto.
El documento, según el Gobierno foral, incluye aspectos de gran importancia para Navarra, como los referentes a la planificación del desarrollo de los regadíos y lo relativo al Canal de Navarra y su zona regable.
Entre otras medidas, consolida la nueva definición de la Zona Regable del Canal de Navarra, con una superficie total de 59.160 ha y expresamente la Ampliación de la 1ª fase (15.275 hectáreas).
Se confirma asimismo la intención de culminar el embalse de Cigudosa Valdeprado y se considera posible el riego de otras 7.000 hectáreas en las riberas del Aragón, aguas arriba de la toma de la Acequia Bayunga en Santacara, hasta la presa de Yesa, en previsión de futuras demandas tras el recrecimiento del embalse.
También se incluye el plan de abastecimiento, tanto para las poblaciones como para las industrias, con la inclusión de los contenidos del Plan Director de Abastecimiento de Agua de Navarra y el tratamiento ambiental del agua (regímenes de caudales ecológicos, masa de agua subterráneas, protección del dominio público hidráulico, etc).
El Plan regirá la planificación hidrológica de la Cuenca del Ebro durante los próximos años, teniendo en cuenta los diversos procesos de revisión a los que deberá someterse, con la participación pública como una de las piedras angulares de la gestión.
El proyecto ha recogido propuestas en todo el territorio de la cuenca, en más de 120 reuniones con 1.700 asociaciones e instituciones que representan todo el entramado social en cada subcuenca.