El director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, destacó que “la Región de Murcia ha sido muy innovadora al apostar por las variedades de uva de mesa sin semillas”. No obstante, apuntó la necesidad de realizar ensayos “para resolver los problemas que puedan presentar las nuevas variedades, antes de que los agricultores decidan ponerlas en sus parcelas”.
En este sentido, señaló que “la experimentación abarca desde las técnicas de cultivo al control de plagas y la resolución de problemas como la falta de coloración de las uvas y el tamaño de los granos, aspectos muy importantes de cara al desarrollo de las nuevas variedades”.
El responsable autonómico resaltó asimismo la importancia del cultivo de uva de mesa en la comarca del Valle del Guadalentín, con 3.200 hectáreas repartidas entre los municipios de Aledo, Alhama de Murcia, Águilas, Librilla, Lorca, Puerto Lumbreras y Totana, lo que representa el 59 por ciento de la superficie de cultivo regional.
El ensayo se realiza en una parcela experimental de 0,2 hectáreas. Consta de ocho parras, cada una con marco de 4×3 metros, con tres repeticiones, donde se han elegido al azar cuatro parras/repetición para su control.
El sistema de riego es por goteo. Las calles se mantienen en cultivo mecánico, ya que se considera el mejor sistema para el óptimo aprovechamiento del agua de lluvia, además de ser el más económico.
Se presta especial atención al número de yemas brotadas por parra, el número de racimos y los kilos de uva, el color, el peso medio de baya, los kilos de madera de poda por parra, así como las fechas de brotación, floración, envero y maduración.