Según el responsable autonómico, dichos centros ofrecen “una formación profesional innovadora y de calidad, adaptando la oferta a las diferentes comarcas de la Región y aplicando sistemas de gestión que así lo constatan”.
García Lidón destacó que “la Formación Profesional impartida en estos centros responde de manera ágil, flexible y eficaz a las necesidades de cualificación del sector agroalimentario, el cuál, a su vez, debe adaptarse con dinamismo a los cambios que se están produciendo”. En este sentido apuntó que la Formación Profesional “debe actuar como puente entre los centros educativos y las empresas, potenciando la formación dual”.
La actividad de los CIFEA también abarca la formación continua de agricultores y técnicos, fomentando la formación para el empleo. En este sentido, el director general resaltó la importancia de la formación práctica, para lo cual los centros cuentan con fincas experimentales, bodegas, instalaciones ganaderas, almazaras y demás recursos necesarios; “lo que contribuye a que más del 90 por ciento de los alumnos formados en ellos encuentren trabajo”.
García Lidón señaló que el sector de la industria agroalimentaria en la Región emplea a más de 45.000 trabajadores (el 30 por ciento del empleo en el sector industrial); sus ventas superan los 5.300 millones de euros y sus exportaciones los 3.000 millones de euros.