En este sentido, añadió que “los resultados que vamos obteniendo sirven a los agricultores para comprobar si las nuevas técnicas o el material vegetal introducido pueden mejorar los resultados económicos de sus explotaciones”. Asimismo, “sirve a los técnicos como base experimental para desarrollar actividades de difusión y transferencia tecnológica, lo que contribuye a fomentar la innovación en los cultivos de la Región”.

     Además de los técnicos de la Oficinas Comarcales Agrarias, colaboran en este programa el Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería, el Laboratorio Agrario y de Sanidad Animal (LAYSA), las organizaciones profesionales agrarias, así como investigadores del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), de la Universidad de Murcia y de entidades o empresas del sector, en aquellos temas de su especialidad o relacionados con proyectos de I+D.

    Los ensayos realizados en 2012 abarcan gran variedad de cultivos. En horticultura se realizaron en alcachofa, acelga, bróculi y romanesco, y en floricultura se investigaron nuevas técnicas de cultivo y material vegetal de especies de flor cortada, planta ornamental y complementos de verde y flor.

    Además, los ensayos se llevaron a cabo en cultivos leñosos, como el almendro, el nogal y el pistacho, así como en frutales de hueso, como el albaricoquero, el melocotonero, la nectarina, el ciruelo, el cerezo y el pero de Alcuza. También se han realizado en terrenos dedicados a la producción de uva de mesa, viñedo y olivo, así como de cítricos, en cultivos de limonero, naranjo y clementina.

    El Programa de Fincas Colaboradoras fue impulsado por el Ministerio de Agricultura a mediados de la década de los 70 y se consolidó en la Región de Murcia como programa regional a partir del año 2000.

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