Cerdá indicó que de las 140.000 toneladas de lodo que se obtienen en las depuradoras de la Región, “casi la mitad se aplica directamente a los suelos mediante procedimientos de control analítico muy rigurosos”, mientras que el resto se destina a la fabricación de compost que “permite su transporte y aplicación como abono”.

    “El aprovechamiento de lodos adecuadamente tratados en agricultura reduce la erosión”, explicó Cerdá, quien dijo que “de esta forma, podemos convertir un residuo en un recurso”. “Esto es lo que se denomina ‘economía azul’, que consiste en aprovechar los residuos que generamos”, subrayó el titular de Agricultura.

    Los lodos obtenidos pueden alcanzar un contenido en nitrógeno de un seis por ciento sobre materia seca, por lo que “con dosis normales de aplicación, puede cubrir completamente las necesidades de los cultivos y disminuir la aportación de abonos minerales”.

    Esta práctica está agrupada en el marco de la condicionalidad de la Política Agraria Común, y por tanto, añadió Cerdá, “es un criterio a tener en cuenta en la evaluación de los pagos anuales a los agricultores”.

Subproductos que genera la depuración de aguas

    El titular de Agricultura añadió que la depuración permite reutilizar más de 100 hectómetros cúbicos de agua al año, y remarcó que el proceso de tratamiento genera como subproductos el agua, el fango y el gas.

    Recordó que además de “la calidad del agua obtenida”, los gases de la combustión de los lodos “ya se están aprovechando en la aplicación de energía”, y resaltó que “ahora se intenta dar un paso más en la optimización de los lodos en agricultura”.

    Las jornadas, que se celebrarán en la Consejería de Agricultura y Agua, contarán con la participación “de grandes conocedores” de las normativas que regulan la aplicación de lodos generados en la depuración, y de representantes de los municipios de la Región, organizaciones agrarias, regantes y usuarios de las aguas depuradas.

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