La multa más alta se le impuso a Südzucker de Mannheim (suroeste de Alemania) que deberá pagar 195,5 millones de euros. La empresa aceptó la sanción y no interpondrá recurso alguno.
La Oficina Antimonopolios detecó la manipulación en 2009 cuando examinaba una fusión en el sector y advirtió que durante años los grandes productores se habían dividido el mercado alemán en la medida en que cada uno de ellos limitaba su oferta a un territorio determinado.
Los acuerdos entre los productores llevaron a subidas de precios e incluso en ocasiones a problemas de abastecimiento