Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en el Día Mundial de la Desertificación y la Sequía, quiere poner de manifiesto la problemática que la falta de lluvias y el aumento de temperaturas está suponiendo para la agricultura y la ganadería. Unión de Uniones señala que, pese a no ser este un año tan seco sí que hay muchos territorios que adolecen de una fuerte sequía y que se lleva prolongando por lo menos tres años.

En la franja que va desde Almería hasta el delta del Ebro, destacando Murcia y Almería junto con el litoral de toda la Comunidad Valenciana se han registrado menos de una cuarta parte de la precipitación respecto a su valor medio para el periodo 1991-2020.

En este sentido, muchos territorios concatenan hasta tres campañas agrarias de sequía: el año hidrológico 2021/2022 finalizó con una precipitación de un 25% por ciento inferior al valor medio, mientras que, según la AEMET, el año hidrológico 2022/2023 fue el duodécimo más seco de la serie histórica (desde 1961) y el sexto año hidrológico más seco del siglo XXI.

Asimismo, hay que señalar que a la sequía climatológica se le añade la situación de las reservas hídricas que se sitúan en el 55,5% del total, provocando también impacto en los cultivos y perjuicios económicos para las familias que viven del campo.

Pese a las lluvias de los últimos días y los episodios de DANA, no han ayudado a los cultivos, pues se han dado a deshora y las inundaciones localizadas han causado aún más impacto negativo allí donde se han dado.

CATALUÑA, COMUNIDAD VALENCIANA, MURCIA Y PARTE DE ANDALUCÍA Y CASTILLA – LA MANCHA, LAS CC.AA MÁS DAÑADAS

En Cataluña, los cultivos del olivar y de la fruta dulce se han visto especialmente dañados.

Con respecto al primero, en el Baix Ebre, el Montsià y la Terra Alta, las flores de los árboles se han quemado en las últimas semanas por un viento reseco y las expectativas de una buena cosecha se han reducido mucho.

En el Baix Camp, el Priorat y la Ribera d’Ebre, la situación también es grave porque este año será el tercero consecutivo con una afectación muy importante para la cosecha de aceitunas.

Lo mismo sucede con la fruta dulce que encadena años de sequía, con numerosas plantaciones con un elevado número de árboles muertos que no se han podido arrancar enseguida a la espera de conocer las medidas de ayuda, con el consabido riesgo de plagas y enfermedades.

Por su parte, en la Comunidad Valenciana, según los últimos datos publicados por el Informe del Sector Agrario Valenciano (ISAV), de las 538.730 has. de superficie cultivada que había en 2022, más de la mitad (51%) está sufriendo sequía.

El olivar, el almendro, la uva de vinificación y, de manera aguda los cereales con 264.098 has. presentan un 93% de afección por la sequía y el 45% del total de superficie cultivada.

En Castilla – La Mancha se destaca la provincia de Albacete. Los daños son en el cereal, con una cosecha muy baja. Por la zona de Almansa y Altera las cosechas de cereales son nulas con pérdidas en viñedo y leñosos.

Andalucía, si bien ha mejorado bastante respecto al pasado año, con un capacidad embalsada del 20% al 50%, cuenta con problemas de sequía ya estructurales que aquejan a determinadas zonas como Málaga o Almería donde, en esta última, la cosecha de cereales ha sido prácticamente nula, mientras que en la Región de Murcia ya se cifraban las pérdidas en más de 140M€ a finales de mayo.

Con respecto a la ganadería, la falta de precipitaciones provoca ausencia de pastos y un aumento de los costes por la búsqueda de una alimentación alternativa a base de piensos, entre otros impactos.

Unión de Uniones destaca la importancia de poner en marcha medidas encaminadas a paliar las consecuencias de sequías cada vez más prolongadas en muchos territorios nacionales y está elaborando un documento que presentará al equipo del Ministerio próximamente.

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