Con una superficie de 924 hectáreas, 363 de ellas corresponden a parcelas de labor y siembra, ya que se trata de una zona llana, apta para el cultivo, que fue roturada en los primeros años del siglo XX y sobre la que se ha trabajado para mantenerla en condiciones de obtener recursos agrarios.

     Con el fin de establecer una distribución racional de la superficie dedicada a labor y siembra dentro del monte y dedicada, fundamentalmente, al cultivo de cereal de secano, se realizó en el año 1995 por parte del Ayuntamiento de Monreal del Campo, con la colaboración del Servicio Provincial de Medio Ambiente de Teruel, una parcelación a modo de concentración para optimizar el aprovechamiento y el rendimiento de las fincas.

     Roque Vicente, director general de Gestión Forestal, une este proyecto a la política del Departamento de Agricultura, ganadería y Medio Ambiente. “Una de las prioridades de la gestión forestal sostenible es estrechar cada vez más los vínculos entre la actividad forestal y agraria. Este es un ejemplo muy claro que ambas actividades son compatibles y que incluso se refuerzan entre sí.  El medio rural requiere un entendimiento entre las políticas forestales, medioambientales y agrarias. Será, sin duda una de las formas de crear empleo muy estable en el medio rural”.

     Como consecuencia de esta remodelación de las parcelas incluidas dentro del monte se crearon una serie de ribazos, para separación de las fincas, con una anchura que oscila entre los 2 y los 5 metros, así como los correspondientes pasos de ganado e islas de vegetación natural en terrenos no aprovechables para el cultivo, o bien retirados de éste, con superficies entre los 1.000 y los 10.000 metros.

      Desde 1995 a 2010 se han venido reforestando, igualmente, tanto los ribazos como las islas de vegetación natural, mediante la plantación de coníferas (pino carrasco, sabina, enebro) y frondosas (encina, quejigo, arce) además de diversas especies de matorral (endrino, majuelo, rosales, sobre todo). Esta labor ha podido realizarse mediante la colaboración ciudadana como mano de obra para plantación. De igual forma fue fundamental la aportación de la maquinaria necesaria por parte del Ayuntamiento de Monreal del Campo, imprescindible para la preparación del terreno.

     También la Administración forestal colaboró en los aspectos técnicos y a la hora de facilitar las plantas, así como en la elaboración de las propuestas de inversión que supusieron entre  2000, 2001 y 2010 diversos trabajos de repoblación y de mejora de las masas repobladas.

      ”La eficaz ordenación de la agricultura y del pastoreo en este monte supone un ejemplo y demuestra que es posible compatibilizar los distintos usos del medio natural con la conservación. Es un trabajo muy valioso el que se está haciendo, en buena medida gracias al interés del A.P.N. de la zona, que ha conseguido implicar a todos los colectivos sociales de la población en este proyecto, (agricultores, ganaderos, cazadores, ecologistas, escolares, amas de casa, jubilados…)”.

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