Sin embargo, la experiencia de Estados Unidos, donde varios cultivos, incluidos trigo y arroz, se han contaminado con semillas transgénicas no autorizadas, demuestra que una vez que los cultivos transgénicos son utilizados por un país, el error humano hace que sea imposible mantener apartadas de los agricultores y de la cadena de suministro de alimentos las semillas modificadas genéticamente, informa la Soil Association.
Peter Melchett, director de política de la Soil Association explica que "la escala de las pérdidas financieras sufridas por los agricultores estadounidenses a causa de la contaminación por transgénicos no autorizados es asombrosa. Aunque el trigo modificado genéticamente ha estado disponible para su cultivo para los agricultores estadounidenses durante casi 15 años, ellos se han negado a usarlo, porque saben que los consumidores no quieren pan GM (modificado genéticamente). Eso no ha impedido que sufran la contaminación por semillas transgénicas no autorizadas, y la pérdida de cientos de millones de dólares en ventas de exportación".
Fuente y foto www.organic-market.info)