EFE.- "Lo ideal sería que nos sentemos y hablemos y veamos dónde hay situaciones irregulares (…) de ningún modo queremos que se contamine a nadie", manifestó Gattini a periodistas en el Congreso.

Las familias campesinas se quejan de que los productos químicos contaminan y arrasan los alimentos que cultivan.

"El problema de contaminación no es el uso de fitosanitarios sino el exceso de dosis y su mala aplicación", expresó.

Según el ministro, la contaminación "es un riesgo que puede existir pero que ninguno lo va hacer de manera voluntaria".

Gattini aseguró que ya solicitó reunirse con la secretaria general de la Federación Nacional Campesina, Teodolina Villalba, pero que no recibió respuesta.

En los últimos meses, coincidiendo con el momento en que los productores de soja comienzan a fumigar sus plantaciones antes de la cosecha, las asociaciones campesinas iniciaron protestas en los lugares donde consideran que no se cumple la ley.

Paraguay es el tercer exportador de soja del mundo, con cerca de 3 millones de hectáreas dedicadas al cultivo de esa planta.

La mayor parte de las plantaciones de soja del país son cultivos transgénicos, modificados genéticamente para que no les afecte el uso de agroquímicos, que destruyen el resto de la vegetación

Hace dos semanas una protesta de unas cien personas que pretendían evitar que un tractor fumigara una plantación de soja a tan solo 20 metros en el departamento de San Pedro, donde hay pequeños cultivos para autoconsumo se saldó con 6 civiles heridos.

El batallón policial que custodiaba la plantación de soja respondió con disparos de balas de goma y gases lacrimógenos, mientras el tractor continuaba fumigando "ilegalmente", según el intendente de General Resquín, en el departamento de San Pedro.

El propietario de la plantación es dueño de unas 42.000 hectáreas en Resquín, bajo título de la empresa sojera Agroganadera Aguaray S.A..

El domingo otra protesta de campesinos contra un desmonte de tierra en una propiedad agraria en San Pedro, dejó otros 16 labriegos heridos por disparos de balines de goma de la Policía.

El ministro dijo que la responsabilidad del control de las fumigaciones es del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), "pues es el brazo ejecutor de esa política".

El titular del Senave, Francisco Mereles, dijo hoy a Efe que "no existe denuncia formal" ante su institución sobre el uso irregular de agroquímicos en las plantaciones de la Agroganadera Aguaray.

"Agroganadera Aguaray cumple con todos los requisitos, según los registros y reportes técnicos que yo tengo", añadió.

La legislación paraguaya prohíbe la fumigación con agroquímicos si la temperatura es superior a los 32 grados, la velocidad del viento es superior a 10 kilómetros por hora y si hay una humedad del ambiente inferior a 60 %.

La misma ley dice que tiene que haber una franja de seguridad de 100 metros entre la población y el límite de aplicación de los insecticidas.

El mismo principio rige para la proximidad de cursos de agua. Si existe un camino entre un asentamiento y el sojal, debe existir una barrera de árboles de dos metros de alto por cinco de ancho. Si no hubiera, es necesario dejar 50 metros libres entre el borde de fumigación permitido y el sendero.

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