Añade que la citada fiscalía ha abierto una investigación contra 150 empresas en el estado de la Baja Sajonia y ha suministrado información a otras fiscalías sobre otras 50 empresas situadas en distintos estados federados.

    Aigner recordó que las empresas que llevan el sello ecológico se ven sometidas a una severa legislación nacional y comunitaria y exigió que "las autoridades responsables de los controles en los estados federados supervisen su cumplimiento".

    Una portavoz de la acusación pública en Oldenburgo señala en la revista que las primeras investigaciones se iniciaron en 2011 y que, desde entonces, se han ido sumando progresivamente más casos de empresas que actúan de manera fraudulenta en el etiquetado de los huevos.

    La legislación alemana establece que sólo se pueden declarar como ecológicos los huevos de las gallinas que disponen cada una de cuatro metros cuadrados de superficie para moverse, lo que no sucede con las empresas investigadas, que en algunos casos incluso mantienen las aves en jaulas.

    Las empresas investigadas, en el caso de la Baja Sajonia una de cada cinco, son sospechosas estafa y de violar la legislación alimenticia y las normas para la agricultura y la ganadería ecológicas.

    Los investigadores consideran que durante los últimos años se han vendido millones de huevos falsamente declarados como ecológicos y que se estudia la retirada de la licencia a aquellas empresas en las que se confirme el fraude al consumidor.

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