También quiso felicitar y transmitir la enhorabuena al resto de premiados del evento como fue el grupo cooperativo de bovino Bovies, la Asociacion de Vacuno de Raza Avileña y la Asociación Criadores Caprino Raza Verata (Acriver) por la destacada labor que desarrollan.
Destacada labor de mantenimiento y conservación de la cabaña autóctona española
Miguel Cabello Cardeñosa es un ganadero del municipio extremeño de Siruela, situado en la comarca de La Siberia. Se trata de una persona muy singular empeñado junto a su familia en la ardua tarea de defender y conservar la cabaña autóctona española.
En la actualidad forman parte de este proyecto ejemplares de varias especies como la Merina Blanca y Negra, la cabra Retinta y Verata, la gallina Castellana Negra y Extremeña Azul así como la raza Asnal Andaluza, muchas de ellas catalogadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente como razas autóctonas de Protección Especial o Peligro de Extinción.
Algunas de las expresiones realizadas por este productor a lo largo de estos años y que describen su personalidad, labor e iniciativa son: “Quiero juntar un núcleo de diez o doce burras y dedicarme a su cría ya que son patrimonio de nuestra tierra” (declaraba en diciembre de 2011 al finalizar la subasta de raza asnal en el Centro de Selección y Reproducción Animal de Extremadura, Badajoz)
“Soy ganadero de ovino desde hace más de veinte años, creo en la raza merina y por ello compré en la subasta de la Feria Internacional Ganadera de Zafra (Badajoz) hace más de tres años un núcleo de merino negro, que poco a poco voy ampliando y manteniendo en pureza” (enero 2012).
En cuanto al futuro, Miguel Cabello señalaba en el año 2012: “Con el tiempo quiero contar con más gallinas extremeñas, castellanas negras, así como vacas de la tierra porque mi apuesta por lo autóctono es clara; creo en ello y lucharé por el mantenimiento y fomento de todo esto, aunque no será fácil. Por ello, ganaderos, productores y administración debemos ir de la mano para defender todo esto que dio y dará nombre, distinguiendo y caracterizando a nuestra tierra, a nuestro país”, siendo consciente del enorme potencial genético y alimentario que España atesora en el conjunto de la cabaña autóctona y de las zonas rurales donde estas razas habitan, permitiendo la fijación de población en estos medios contribuyendo a su sostenibilidad económica.
En el ámbito de la actividad trashumante ha participado con merinas negras, cabras retintas, veratas y burros andaluces, en las tres ediciones de la Fiesta de la Trasterminancia llevadas a cabo entre los municipios pacenses de Siruela – Tamurejo por la Cañada Real de Las Merinas, así como en la Fiesta Nacional de la Trashumancia (Madrid) durante dos años consecutivos, en las ediciones XVIII y XIX, con un núcleo de ovejas merinas blancas, negras, y cabras retintas que pasearon por las céntricas calles de la capital de España.
A su llegada a la ciudad de Madrid Miguel reclamó en los medios de comunicación y en Televisión Española un claro apoyo de Europa y de la administración autonómica y nacional al campo, al mundo rural, para seguir produciendo y abasteciendo una demanda global de calidad cada vez más exigente, exponiendo entonces: “Del campo sale la carne, salen los cereales, salen las verduras, sale todo; si no hay campo, no hay vida” palabras que recogían un testimonio realista e identificativo muy presente en todo el sector agroganadero español.