EFE .- "Podemos dar a la gente toda la información en el mundo sobre dieta saludable y ejercicio, pero si los padres no pueden comprar la comida que necesitan porque sus únicas opciones para tomar verduras son la gasolinera o a la pequeña tienda local, entonces es solo palabrería", dijo Michelle Obama en un acto en la Casa Blanca.
La propuesta cuenta con el apoyo de cadenas como Supervalu, Walgreens y Walmart, entre otras, y prevé la apertura de más de 1.500 establecimientos en los denominados "desiertos de comida" en los próximos años.
Estos espacios son definidos como lugares en los que el 33 % de la población vive a kilómetro y medio de un supermercado en una zona urbana o más de 15 kilómetros en las afueras.
En febrero de 2010, Michelle Obama presentó la campaña "Let’s Move" (Movámonos) que busca modificar los hábitos alimenticios de los niños y jóvenes estadounidenses ante los altos niveles de obesidad que se registran en Estados Unidos.
"La idea es ofrecer a los padres opciones reales acerca de los alimentos que comen sus hijos, este anuncio significa que más padres tendrán una tienda de alimentos frescos en su misma comunidad: un lugar que vende comida saludable a precios razonables", destacó en un discurso.
En la actualidad cerca de 24 millones de estadounidenses, entre ellos 6 millones de niños, viven en áreas de bajos ingresos que no cuentan con tiendas que vendan comida barata y saludable.
La primera dama citó estudios que muestran que "la gente que vive en comunidades con mayor acceso a supermercados come más frutas y verduras, y registran menores niveles de obesidad".
La alianza con las grandes cadenas mayoristas es un "gran acuerdo" y tiene potencial para ser "un cambio innovador", agregó Michelle Obama, que estuvo acompañada por el vicepresidente Joe Biden.
Según los datos oficiales de la Fuerza de Trabajo sobre la Obesidad Infantil de la Casa Blanca, en EE.UU. uno de cada tres niños sufre problemas de sobrepeso.