Añadió que las muestras fueron analizadas en los laboratorios oficiales establecidos en Celaya, Guanajuato, y en el Distrito Federal, donde se confirmó la presencia del virus.
La dependencia indicó que de acuerdo con los diagnósticos, "se determinará el número de aves susceptibles de sacrificio para erradicar el brote".
Las autoridades entregaron también a los representantes de la empresa 1,9 millones de dosis de la vacuna contra la influenza aviar y para su aplicación preventiva en aves reproductoras, ubicadas en las granjas circundantes, para establecer un cerco y aislar el foco de infección.
También se estableció un operativo en 13 puntos de verificación en Guanajuato, para impedir la movilización de aves vivas y de sus productos sin control oficial.
El Senasica indicó que en un plazo "no mayor de 48 horas se tendrá el resultado de la secuenciación del virus localizado en las granjas, a fin de determinar si se trata del mismo que afectó a los estados de Jalisco y Aguascalientes".
Aunque precisó que "por ser un virus ‘H7’ debe corresponder a la misma cepa", y consecuentemente se notificará a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Las autoridades mexicanas aseguraron que el brote "no afecta el abasto nacional de productos avícolas" debido a que en México hay 137 millones de aves ponedoras, de las cuales 2,8 millones se encuentran en Guanajuato, lo que supone el 2,35 % del total. Asimismo, señalaron que este virus es exclusivo de las aves y no hay ningún riesgo para el ser humano.
En junio del año pasado se registró un brote del mismo virus que llevó a las autoridades y a productores a sacrificar más de 22 millones de aves afectadas, y además se aplicaron más de 140 millones de vacunas en una zona avícola en el estado de Jalisco. El sacrificio de las aves provocó escasez de huevo y de carne de pollo, lo que generó un incremento de sus precios, problema que disminuyó paulatinamente.