Fernando Fernández Such / Experto en Políticas Agrarias y de Desarrollo Rural Asesor Estatal. Congreso Diputados. Grupo Confederal UP-ECP-EM
El maquillaje del Presupuesto de Desarrollo Rural es tan burdo que sorprende. Estamos acostumbrados a que el Partido Popular venda a todo el resto de fuerzas políticas y a la sociedad, que son ellos los verdaderos garantes del mundo rural y del sector agrícola y ganadero. Pero esta defensa está cargada de auténtico populismo mezclado con clientelismo y caciquismo, y se basa en decir básicamente si a todo, sin que nada cambie y manteniendo los privilegios a los mismos sectores de siempre.
Tan solo 3 de los 20 Programas que conforman el Presupuesto del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente han incrementado los recursos, y uno de ellos es el Programa de Desarrollo Rural. El incremento que nos anuncian es de 179,36 millones de euros, sin embargo este dato tiene truco. La realidad es que el incremento se debe sobre todo a que el Ministerio cuenta para este año 2017 con 206,72 millones de euros más procedentes directamente de la PAC, en concreto del Pilar de Desarrollo Rural, es decir, fondos que vienen de la Unión Europea. De hecho, y salvo alguna propuesta interesante que luego comentaremos, los recortes en otras actuaciones superan con creces este incremento y por eso al final, el saldo positivo se queda en tan solo 179 millones.
El Presupuesto de Desarrollo Rural encierra tres problemas. El primero de los problemas es precisamente que no hacemos política de estado de desarrollo rural, nuestro Ministerio se dedica solo a gestionar lo que le viene de la Unión Europea y aportar la cofinanciación necesaria. De hecho, de los 1.213,71 millones de euros previstos para el año 2017, un total de 1.176, 33 millones están directamente vinculados a lo que pone Europa y que se dirige a financiar los PDR de las CCAA y a lo que debe aportar el Ministerio a las Comunidades Autónomas para cofinanciar esos mismos programas regionales. Por lo tanto, el esfuerzo presupuestario adicional se reduce a 37,049 millones de euros. Naturalmente que el estado debe integrar los fondos que proceden de Europa en su estrategia nacional y por lo tanto hay que contemplarlos y utilizarlos para los fines que perseguimos, pero cuando más del 95% de nuestro presupuesto en desarrollo rural resulta ser dinero vinculado a la política europea, cuanto menos, muestra la poca voluntad de esfuerzo real del gobierno para con su medio rural.
Los objetivos del Programa de Desarrollo Rural se corresponden literalmente con las prioridades de la Unión Europea; 1. Fomento de la transferencia de conocimientos e innovación en los sectores agrario y forestal, y en las zonas rurales. 2. Restauración, preservación y mejora de los ecosistemas relacionados con la agricultura y la silvicultura. 3. Fomento de la inclusión social, el desarrollo económico y la diversificación económica en las zonas rurales. 4. Mejora de la viabilidad de las explotaciones agrarias y la competitividad de todos los tipos de agricultura en todas las regiones, y promover las tecnologías agrícolas innovadoras y la gestión forestal sostenible. Ambiciosos y loables objetivos.
Entrando al análisis de fondo del presupuesto, deducimos el segundo de los problemas que es sin duda la dispersión, atomización y falta de prioridad en las medidas y actuaciones. Vemos como existe una primera batería de medidas destinadas a la formación agraria y profesional en el medio rural, que a su vez se divide en dos actuaciones; la primera se refiere a la formación profesional agraria y la segunda son becas de formación en desarrollo rural. En estas dos medidas se han reducido 351.600 euros con respecto al presupuesto de 2016
En relación a las actuaciones necesarias de innovación en el medio rural, vemos que siguen presupuestándose unos exiguos 600.000 euros, pero además y de nuevo, cae la financiación para los Grupos Operativos, algo que la mayoría de los agentes sociales y económicos consideran útiles e interesantes y que una vez encaminada la convocatoria del año 2016, no se prevé presupuesto alguno para el 2017.
Resulta curioso por anecdótico que se hable de un subprograma titulado “Restauración, Preservación y Mejora de los ecosistemas relacionados con la agricultura y la silvicultura” Algo tan esencial en el debate sobre la necesidad de transitar hacia modelos productivos sostenibles, se traduce en la aportación de tan solo 40.000 euros a un Programa LIFE gestionado por la Organización SEO Bird Life.
El Presupuesto de Desarrollo Rural incluye también actuaciones relacionadas con infraestructuras orientadas al desarrollo rural. Son actuaciones interesantes que incluyen básicamente dos tipos de inversiones y las dos han sido recortadas. Por un lado la inversión en caminos rurales para mejorar la accesibilidad a pequeñas poblaciones o entre las propias fincas agrarias, cuyo presupuesto desciende en 4 millones de euros respecto a 2016. Por otro lado la red de caminos naturales y pequeñas obras de interpretación e información ligadas al turismo rural y de naturaleza, que también se reduce en 1,6 millones de euros. El documento hace mención a la elaboración de un Plan Director del Programa Nacional de Caminos Naturales, pero tranquilidad, que el año pasado también se mencionaba y parece ser que no se logró elaborar.
Para terminar con este análisis, el último conjunto de actuaciones tiene que ver con el fomento de asociacionismo y cooperación entre agentes rurales y aquí encontramos un apoyo de 140.000 euros a la Red Española de Desarrollo Rural, que aglutina en torno a 300 grupos de desarrollo rural y que bien parece un apoyo escaso para fortalecer un papel que debería ser relevante como interlocutor. Pero además, la promoción de actuaciones dirigidas a la mujer rural se reduce en 100.000 euros, pasando de 500.000 euros a 400.000 euros. Sin comentarios.
Dentro de este bloque encontramos la actuación que lleva por nombre “Mejora de la Viabilidad de las explotaciones agrarias” enmarcada dentro de la Ley 19/95 de 4 de julio de modernización de explotaciones agrarias. Una actuación de suma importancia para favorecer y consolidar el relevo generacional y que incluye tanto la instalación de jóvenes, como la inversión en infraestructuras. Este programa está dotado con 3,7 millones de euros, y esta es la guinda del pastel, 871.000 euros menos que el año pasado.
El único elemento positivo que podemos rescatar del presupuesto de este programa, son los 563.000 euros que se destinan a una nueva actuación dirigida a favorecer el intercambio de experiencias entre jóvenes que se incorporan al sector. Es una buena iniciativa pero que desde luego queda enturbiada en el contexto de un presupuesto cicatero y falto de perspectivas a largo plazo.
Dicho todo esto, el tercer gran problema que debemos afrontar es la sub ejecución presupuestaria que se ha convertido en estructural en la administración del Ministerio. Esta sub ejecución afecta a prácticamente todas las actuaciones. Entre lo presupuestado en el 2016 y lo finalmente ejecutado hay diferencias clamorosas. NO se ejecutó nada en formación agraria y tan solo 22.000 euros de becas de formación, tampoco se ejecutó nada en las acciones previstas de asistencia a ferias, promoción y prácticamente nada del programa de la Red Rural Nacional. De la actuación referida a caminos rurales y caminos naturales en el año 2016, solo se ejecutaron 9,5 millones de euros de los 19,6 presupuestados y en la actuación de mejora de la viabilidad de las explotaciones agrarias, solo se ejecutaron 787.000 euros de un total previsto de 4,2 millones de euros.
En definitiva, perplejidad y asombro antes los datos y las previsiones de un programa que debería ser esencial en la política del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. En el trámite de enmiendas habrá que hablar por lo tanto de la evaluación del Primer Programa de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, de la partida para elaborar el Segundo Programa, de la posibilidad de convocar Proyectos Piloto que tan buenos resultados dio, de la convocatoria de proyectos de cooperación interterritorial, de la posibilidad de desarrollar los contratos territoriales de explotación, de una mayor dotación para los grupos operativos, o planes de zona para comarcas en situación críticas. En definitiva, esperemos que haya acuerdo para tratar de enmendar la falta de política de nuestro Ministerio.