Además, se han analizado diferentes tratamientos térmicos que se utilizan para destruir microorganismos y garantizar la seguridad alimentaria, ya que los procesos térmicos convencionales afectan a la calidad de los alimentos, que pierden nutrientes y otras propiedades, como el sabor o el color, entre otros.
Sin embargo, combinando el tratamiento térmico con los aceites esenciales se puede mejorar la calidad del alimento, han explicado los investigadores.
Durante la investigación, el sistema se ha aplicado con éxito en crema de verduras envasada en brick y en zumo de zanahoria, y podría incorporarse con éxito a otros alimentos envasados, conservas vegetales y zumos.
Para los ensayos los investigadores han utilizado el termorresistómetro Mastia, un equipo patentado por la propia UPCT para estimar la resistencia al calor de microorganismos y componentes de alimentos o aditivos.