Una tesis doctoral de Virginia Balanza presentada en la Universidad de Cartagena da a conocer un avance genético de enemigos naturales de plaga mejorando su resistencia a insecticidas, es decir, se puede mejorar el control biológico de los cultivos.
“Aunque las principales plagas generalmente se controlan por medios no químicos, incluido el control biológico, en ocasiones pueden volverse incontrolables y los agentes de control biológico no son suficientes”, ha explicado la nueva doctora por la UPCT Virginia Balanza, autora del trabajo.
“En estos casos se necesita algún tipo de compuesto químico, pero el problema es su compatibilidad con los depredadores naturales de plagas para no interrumpir la estrategia de biocontrol”, añade.
Los investigadores han conseguido poblaciones de chinche resistentes a diversos insecticidas, como los neonicotinoides, el lambda-cihalotrín y spinosad, logrando también resistencia a spinetoram y garantizando la supervivencia de adultos y ninfas de ‘Orius laevigatus’ durante toda la temporada de cultivo. Además, han observado que esta selección genética consigue mejores rendimientos en la eliminación de larvas de trips.
“En cultivos de invernadero de hortalizas, los neonicotinoides se pueden utilizar para el control de brotes de pulgones o de plagas secundarias como las cochinillas o los mosquitos verdes y estos plaguicidas no afectarían a nuestras razas seleccionadas de agentes de control biológico”, ha ejemplificado la autora de la tesis.
“La población resistente a piretroides permitirá la aplicación puntual de piretroides sintéticos y piretrinas naturales, por lo que podrá ser usada en cultivos ecológicos, apunta la joven investigadora.
“En el caso de la población resistente a spinosad, se puede realizar una rotación de insecticidas en cultivos ecológicos, utilizando el spinosad”, ha concluido.