EFE.- Ese cambio supondrá transformarlo en un trasvase, para que Cantabria no tenga que devolver en invierno el agua que toma en verano del embalse, o fijar compensaciones económicas para la comunidad por el coste que le supone ese proceso.

Según ha señalado el consejero, impulsar de nuevo el agua hasta el pantano del Ebro le cuesta a Cantabria unos 4 millones de euros cada año y lo que quiere la comunidad es ahorrarse ese dinero -dejando de devolver el agua- o tener compensaciones por ello.

En principio, la propuesta que trasladó la comunidad autónoma al Estado hablaba de la conversión del bitrasvase en una captación, pero Fernández ha asegurado que el Ejecutivo cántabro está abierto "a cualquier fórmula" siempre que los intereses de la región queden "perfectamente defendidos", esto es, que la devolución del agua "no tenga coste alguno", bien porque no se devuelva, o porque se le compense el gasto.

En declaraciones a los periodistas antes de reunirse con representantes de la Federación de Comunidades de Regantes y Usuarios de la Cuenca del Ebro (FEREBRO), el consejero ha recordado que el Gobierno regional lleva "prácticamente todo el año 2012" negociando con el Ministerio para no devolver los caudales de agua que toma del embalse.

Según dice, hay "un acuerdo de fondo" para que Cantabria no tenga que asumir el coste de esa devolución, y lo que se está estudiando es la fórmula. Fernández cree que en 2013 se concretará ya esa fórmula jurídica y se plasmará en un acuerdo.

Y en paralelo, ha recordado, se analiza también la posibilidad de autorizar a la región un aprovechamiento eléctrico con el agua captada del pantano.

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