Las negociaciones sobre el acuerdo comercial UE-Mercosur parece que se acercan a su fin, aunque cada vez haya más voces en contra. La Federación de Consumidores y Usuarios CECU, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y Amigos de la Tierra advierten que este acuerdo «no va a salvaguardar los intereses ni de las agricultores y ganaderas ni de las personas consumidoras; así como tampoco se va a ajustar a los objetivos de sostenibilidad de la UE», por lo que piden al Gobierno que no apoye el acuerdo.

Para estas organizaciones, el acuerdo contradice las recomendaciones del Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE. Los participantes de toda la cadena de suministro de alimentos subrayaron la importancia de ajustar las importaciones de alimentos a las normas de la UE en materia de seguridad alimentaria, bienestar animal y medio ambiente. En esta línea, las tres organizaciones firmantes piden una mayor coherencia entre las políticas comerciales de la UE y los requisitos de sostenibilidad.

Asimismo hacen hincapié en el sinsentido de que «sin ir más lejos, el acuerdo podría producirse justo cuando la UE ha suspendido las importaciones de carne de vacuno brasileña por contener hormonas prohibidas en la producción ganadera hace décadas por la UE».

Para David Sánchez, Director de CECU, “las personas consumidoras esperan que sus alimentos cumplan las mismas normas estrictas que los producidos en la UE, por ejemplo, en materia de pesticidas o bienestar animal, independientemente de su origen. Lamentablemente, este acuerdo impulsará el comercio de productos, como la carne, que no cumplen las normas de la UE, además de obstaculizar los esfuerzos para reducir la huella climática de la UE y cambiar a dietas más saludables. Los acuerdos comerciales deben centrarse principalmente en el comercio de productos sostenibles que apoyen la transición ecológica, en lugar de aquellos que la obstaculicen. En la actualidad, la política comercial choca con nuestra estrategia de sostenibilidad.”

Por su parte, Andoni García, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, señaló que «las personas del modelo social y profesional de agricultura y ganadería no pueden ser, una vez más, moneda de cambio frente a los intereses económicos de grandes empresas en otros sectores. Este tipo de acuerdos de liberalización comercial destruyen el tejido productivo de pequeñas y medianas explotaciones y sólo benefician modelos uberizados de agricultura y ganadería en cualquier parte del territorio”.

Finalmente, Blanca Ruibal, Coordinadora de Amigos de la Tierra, añade en su petición para que el Gobierno que no apoye el acuerdo que “la aprobación de Mercosur llega en un contexto de crisis ecológica acelerada, cuando lamentablemente ya podemos percibir directamente los efectos de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad en forma de inundaciones, olas de calor y otros fenómenos extremos. Este acuerdo será un paso atrás inaceptable, ya que traerá más emisiones, más tóxicos y más deforestación. Las políticas de la Unión Europea deberían hacernos avanzar hacia la reducción del consumo de recursos para proteger el medio ambiente y apoyar al sector agrario para garantizar un medio rural vivo”.

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