El catedrático experto en Hidrogeología Bartolomé Andreo considera que la actual sequía habrá que pasarla de la mejor manera posible y urge a prepararse para la próxima sequía escasez diseñando estrategias con un plan de sondeos, reutilización, recarga artificial de acuíferos y la construcción de más infraestructuras.
Andreo, director del Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga e integrante del Comité de Expertos de Sequía de Andalucía, ha asegurado, en una entrevista con EFE, que «cuando terminamos una sequía, nos queda menos tiempo para que venga la sequía siguiente» porque «es algo inherente al clima mediterráneo».
«Es más, si lo que dice el Panel de Cambio Climático es cierto, si las previsiones son acertadas, las sequías serán más duras en el futuro, más persistentes», ha manifestado.
APAGAR FUEGOS EN INVIERNO Y PLANIFICAR LAS SEQUÍAS
«Los fuegos (forestales) se apagan en invierno haciendo cortafuegos, preparando el monte para cuando llega el verano; las sequías se deben planificar y gestionar con tiempo, se deben cuantificar los recursos y reservas de agua disponibles, diseñar una red de pozos y tener todo preparado para que cuando llegue la próxima sequía podamos hacer uso de esos recursos de agua subterránea», ha indicado.
El que también fue presidente de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos cree que, en general, no llega a haber realmente una planificación adelantada en el tiempo, sino que «nos hemos encontrado con la sequía de golpe y volvemos a estar como estábamos en épocas anteriores».
Añade que la sequía, como cuestión recurrente que es, «debería afrontarse de forma integral y tener una previsión con independencia de los mandatos políticos o del color del partido que gobierne en cada momento».
SEQUÍA CADA 4 Ó 5 AÑOS
Precisa que «es bastante normal que cada 4 o 5 años haya una sequía», aunque no se pueda hablar de una periodicidad o de que sea algo cíclico.
Andreo, catedrático de Geodinámica Externa en la Universidad de Málaga, ha señalado que «en el conjunto del estado y en todo el ámbito mediterráneo, de manera especial en Andalucía, existen recursos y reservas de aguas subterráneas que pueden ser aprovechadas en casos de necesidad como en los que estamos ahora».
Sin embargo, plantea que «hace falta mejorar el conocimiento sobre las masas de agua subterráneas, tener bien cuantificados los recursos renovables que entran y salen de los acuíferos cada año y conocer muy bien las reservas de agua que quedan por debajo de los puntos de descarga naturales que son los manantiales, que están ahí permanentemente almacenadas y que solo se pueden extraer mediante sondeos».
PENDIENTES DE CUANTIFICAR LAS RESERVAS DE AGUA
Los recursos se tienen relativamente bien conocidos, aunque no en todos los casos, destaca el experto, que explica que «la parte de las reservas están pendientes de estimar y son las que, por ejemplo en condiciones como las que estamos, en sequía, podrían ayudar a la mitigación de sus efectos».
Advierte de que las cifras de recursos no están actualizadas, por lo que conviene revisarlas, al igual que las de las reservas de agua que se podrían explotar en caso de necesidad, y de que debería disponerse de un plan estratégico con puntos donde perforar sondeos para abastecer a la población en situaciones de emergencia de cara a la próxima sequía .
«De la misma manera que un estado o una comunidad autónoma tiene unas reservas estratégicas de otros recursos naturales, el agua es un recurso de primera necesidad y convendría tenerla bien cuantificada y planteada la estrategia para un aprovechamiento adecuado en condiciones de necesidad», incide.
AGUA SUBTERRÁNEA PARA UNA SEQUÍA LLEVADERA
Las aguas subterráneas no pueden mitigar la sequía al cien por cien en todos los sitios, sino que «pueden contribuir» a hacerla más llevadera, pero sin pensar en que son recursos infinitos de los que poder tirar en todo momento.
Alerta de que si se extraen las reservas de agua en condiciones de sequía y no se dejan recuperar los acuíferos cuando llueve, no volverá a drenarse agua por los manantiales porque el nivel freático bajaría por debajo de los manantiales, y advierte de que «si no se recuperan los manantiales, no va a circular aguas por los ríos».
RECARGA ARTIFICIAL DE ACUÍFEROS
Bartolomé Andreo también se ha referido a los acuíferos, no solo como almacén de agua subterránea que se puede bombear y extraer, sino también a su recarga artificial para «después extraer agua recargada», es lo que se conoce como «recarga gestionada», no la que se produce de manera natural, sino «con intervención humana».
Esto se puede hacer mediante balsas o sondeos y que se podrían desarrollar experiencias así en acuíferos detríticos de Málaga como en la zona del Guadalhorce, en el sector occidental de la Costa del Sol o en el río Vélez, «bien con excedentes de aguas de escorrentías» o con las regeneradas, residuales depuradas.
Cree que las desaladoras de agua de mar constituyen «un buen complemento» para proveer a la población en caso de necesidad donde los recursos no son suficientes, como ocurre en lugares del sureste de España, y pone los ejemplos de Canarias, además de Murcia, Almería y la Costa del Sol.
(Texto: Salvador Ruiz / Efeagro)