Garrote, ingeniero agrícola y enólogo especializado en el asesoramiento en compraventa de bodegas, calcula que solo en Castilla y León hay más de una treintena en venta, al igual que en Castilla-La Mancha, donde muchas de ellas están en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos).

    "Ahora hay bodegas con descuentos de hasta el 50 % respecto al precio de hace dos o tres años" una rebaja que Garrote explica por el hecho de que para algunos empresarios la bodega era un añadido a otros negocios y ahora ven que su negocio central puede estar afectado, por lo que "deciden vender aún perdiendo dinero".

    Según precisa, muchas fueron construidas en la época del "boom del ladrillo" con elevadas inversiones "que cuesta amortizar", no han sabido buscar oportunidades en el exterior y ahora "no logran un comprador".

    Garrote subraya el interés de compradores de Rusia, China y El Líbano que buscan solo la inversión y que la bodega la sigan explotando los actuales gestores; es decir, quieren un negocio rentable, en funcionamiento y que se mantenga por sí solo.

    Unos requisitos complicados, ya que "la mayoría son bodegas con problemas de financiación y deuda, y que no han sabido salir al mercado", detalla.

    Aún así, reconoce, también hay distribuidores extranjeros que quieren su propia bodega y "mucho intrusismo de gente no profesional que igual vende patatas que cuadros; y de nada sirve vender una bodega que luego vuelve a morir".

    Expertos del sector como Juan Antonio Mompó, ex presidente de Bodegas Domecq, reconocen a Efeagro que el sector estaba mal y la última crisis lo ha empeorado.

    "El mercado interior cuenta con unos niveles de consumo de vino preocupantes" y a ello se suma que España produce cuatro veces lo que tarda en beber un año, por lo que las exportaciones son clave para sostener la cuenta de resultados, afirma.

    Según Mompó, se ha producido una subida del precio del vino, debido a dos cosechas consecutivas cortas, que ha provocado que los vinos a precios inferiores a los dos euros cuenten con un mejor comportamiento que los más caros, entre ellos, todos los vinos de autor, que se han visto resentidos.

    En opinión del presidente de Matarromera, Carlos Moro, muchas de estas bodegas se han fundado con bases empresariales no muy sólidas, sobre todo, en dedicación, "y esto requiere mucha dedicación, una atención exquisita y una permanente presencia en los mercados".

    Moro reconoce a Efeagro que hay bodegas explícitamente puestas a la venta y otras a las que les gustaría encontrar una salida, en Ribera de Duero, en Rioja, las de Ruiz Mateos, de viticultores, o las vinculadas a actores y deportistas para quienes este negocio no es su leit motiv y "luego no tienen una viabilidad".

    Por su parte, desde la Federación Española del Vino (FEV), apuntan que mucha gente entró en bodegas con la expectativa de recuperar la inversión, pero lo cierto es que en este negocio, desde que inicias la inversión y empiezas a producir, pasan años, por lo que es más complicado sacarle rentabilidad

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