EFE.- Según ha informado la entidad en un comunicado, hoy se ha puesto el broche final a esta iniciativa con una cata en el barcelonés Mercado de Santa Caterina, tras cuatro años de trabajo con viticultores, corcheros y bodegas.

Gracias a este proyecto, según los datos de WWF, más de 10.000 hectáreas de alcornocales están en proceso de certificación para lograr el sello FSC y ya son más de 20 las bodegas que utilizan estos corchos, así como más de 30 agricultores los que han puesto en marcha buenas prácticas agrícolas.

En los cursos organizados por WWF han tomado parte más de 600 profesionales relacionados con el sector del vino, desde viticultores, enólogos y corcheros a distribuidores, certificadores y técnicos.

El proyecto cuenta con participantes en Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura e Islas Canarias, y ha logrado además el respaldo de la Denominación de Origen Lanzarote, que junto con el Cabildo de la Isla apuesta por la producción ecológica en sus viñedos.

Destaca asimismo que cada vez hay más cadenas de distribución interesadas en dar prioridad a estos tapones, como es el caso de Sainsbury o Mar&Spencer.

WWF recuerda que la superficie en cultivo ecológico de viñedo se ha incrementado en los últimos años hasta rozar las 80.000 hectáreas, así como que la Península Ibérica es el principal productor mundial de corcho, con unos ingresos para el medio rural de unos 1.500 millones de euros anuales.

La organización subraya que esta iniciativa, financiada por el Ministerio de Agricultura y el Fondo Europea Agrícola de Desarrollo Rural, demuestra que es posible otro modelo de desarrollo rural en el que la buena gestión de las explotaciones permite obtener un producto único y diferenciado en el mercado, además de "redondo" desde el punto de vista ambiental.

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