Los participantes portaban banderas de distintos países, sobre todo italianas y españolas, y pancartas con mensajes como "Fumar es parte de la cultura europea" o "No a los paquetes genéricos".
"Las modificaciones propuestas son sólo un lavado de cara", denunció en un discurso ante los manifestantes el presidente de la Unión de Estanqueros españoles, Mario Espejo, quien recordó que detrás de la venta de ese producto hay "miles de vidas y empleos" amenazados.
Según Espejo, la ocultación del producto en los establecimientos de venta y los nuevos pictogramas previstos en las cajetillas sólo contribuirán a aumentar el contrabando, con el consiguiente riesgo para la salud de los consumidores.
Por su parte, el presidente de la Federación Italiana del Tabaco, Giovanni Risso, denunció que "La Unión Europea une más cuando destruye que cuando construye" y advirtió de que las medidas que prepara la CE no lograrán disuadir a los jóvenes de iniciarse en el consumo.
La federación italiana fue la que logró movilizar a la mayor parte de los manifestantes presentes en Bruselas.
Desde España viajaron "varios centenares" de detallistas de las distintas provincias, explicó Salomé Ibáñez, miembro de la Unión de Estanqueros españoles.
Ibáñez señaló que las nuevas normas de Bruselas amenazan a buena parte de los 56.000 empleos en España (que incluyen a agricultores dedicados al cultivo del tabaco, transformadores y vendedores) y advirtió que los detallistas tienen previsto convocar nuevas protestas en el futuro.
La directiva, presentada el pasado diciembre y que todavía debe recibir el visto bueno de los Estados miembros y el Parlamento Europeo para poder entrar en vigor, prevé la implantación de paquetes genéricos, las imágenes impactantes de enormes dimensiones y la eliminación de ciertos aromas y sabores, como el mentol.
Con ella, la CE pretende reducir la actual proporción de fumadores en la población europea (27 %) en un 2 % durante los próximos años, haciendo especial hincapié en los jóvenes, para evitar que comiencen a fumar.
Para ello, todas las cajetillas de cigarrillos y paquetes de tabaco de liar deberán presentar una "advertencia sanitaria combinada de imagen y texto" que cubra tres cuartos de la superficie de todas sus caras, un aumento significativo con respecto a la talla fijada por la norma actual para dichos mensajes (entre el 30 % y el 50 % del empaquetado).
Otra novedad importante es la prohibición de los cigarrillos y el tabaco de liar que incluya "aromas fuertes característicos", como el mentol o la vainilla, así como de los aditivos que aumenten la toxicidad y el potencial de adicción del tabaco.
La CE prevé que las nuevas normas entren en vigor en 2014.
Las enfermedades relacionadas con el tabaco provocan cada año unas 700.000 muertes en los Veintisiete, y generan un gasto anual de 25.300 millones de euros para los sistemas sanitarios nacionales, según la Comisión.