El término municipal de Godelleta es uno de los más afectados por esta dramática circunstancia. Con alrededor de 1.300 labradores y 1.881 hectáreas cultivadas de regadío, los pozos de su comunidad de regantes solamente cuentan con un porcentaje de agua que está entre un 10% y un 15% de su capacidad, "una exigua cantidad que los agricultores de la zona viven con absoluta preocupación porque apenas les permite salvar el arbolado. De hecho, se prevé que la producción de uva y de naranja se reduzca más de un 50% respecto a la campaña anterior. Con todo, los agricultores han asumido, sin ayudas oficiales, 5 millones de euros para poner en marcha nuevos pozos con los que puedan aliviar el déficit hídrico de sus plantaciones", según denuncia la rganización agraria.
Otras zonas que cuentan con importantes restricciones de agua son el Marquesat, que agrupa las localidades de Alfarp, Catadau y Llombai, y Real. En la primera, concretamente en Llombai, el pozo La Arena, encargado del riego de caquis, naranjas y melocotones, se ha secado hace aproximadamente un mes y el resto, cuya media de agua de regadío ronda el 40% de su capacidad, deben compensar el agua que abastecía ese pozo para evitar que los árboles se sequen. Es por ello que han solicitado caudales de auxilio desde el Canal Júcar-Turia.
Por otro lado, los pozos de Real cuentan con una media de agua que está alrededor del 30% del caudal idóneo, lo que ha causado importantes consecuencias como son restricciones de riego de 3 horas al día y vastos campos donde apenas se ven clementinas en los árboles.
Un listado de zonas afectadas demasiado largo
Pero el listado de localidades afectadas es amplio. A las citadas, habría que añadir Turís, con pozos cuya cantidad de agua disponible está entre el 50% y el 60% de su capacidad, Cheste, entre el 60% y 80%, Chiva (50%) o Monserrat (70%), entre otras poblaciones próximas. Y es que la preocupación por los insuficientes recursos hídricos es general en todas las comarcas valencianas debido a que el nivel freático de los pozos está descendiendo paulatinamente e incluso existen pantanos, como el de Regajo, que cuentan con agua disponible para un mes. Además, es en agosto cuando los principales cultivos necesitan más agua para que haya una buena producción en la próxima campaña y sea de buen calibre.
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, ha subrayado que “las medidas del Gobierno para paliar los daños por la sequía se quedan a mitad camino y es necesaria más implicación en el problema por parte de la Administración porque la situación a la que nos enfrentamos es gravísima”.
Asimismo, Aguado ha afirmado que “el nuevo Plan del Júcar no satisface las acuciantes carencias de agua que arrastran los agricultores de estas localidades más afectadas ya que ni arbitra ninguna solución urgente ni prevé la aportación de aguas superficiales, sino que se limita a hablar de la utilización de acuíferos en buen estado”.