En principio en esta convocatoria se contaría con un presupuesto superior a otras campañas, en concreto de 2.637.000 euros. Sin embargo, también es verdad que es de esperar un mayor número de solicitudes, dado que recientemente han sido adjudicadas 500 hectáreas de la Reserva Regional de Derechos. También puede haber más peticiones porque en la nueva convocatoria se elimina el tope del 20 por ciento de derechos que procedían de transferencias.

   Otro cambio es que las ayudas para compensar los costes de reestructuración, reconversión y transformación aprobadas en los planes deberán ser de hasta el 50 por ciento de los importes establecidos para cada operación en el caso de que sean ejecutadas por el propio agricultor, y del gasto efectivamente realizado y acreditado mediante factura y justificante de pago para aquellas operaciones que no hayan sido ejecutadas por el propio agricultor.

Se ha cambiado la idea inicial de limitar el 20% los gastos a justificar

   En este punto ASAJA asegura en una nota que consiguió modificar la idea inicial que tenía la Consejería de limitar al 20 por ciento los gastos que podría justificar el propio agricultor utilizando medios propios de la explotación en la ejecución de la obra, lo que hubiera desviado obligatoriamente a empresas la ejecución de trabajos que muchas veces puede asumir el propio viticultor.

    Así, el porcentaje máximo admisible de trabajos propios se establecerá por operación, alcanzando los valores indicados a continuación: Arranque: 100%; nivelación del terreno: Hasta 100%; desinfección del suelo: 0%; preparación del terreno: 100%; plantación: 40%; protección contra conejos: 40%;espaldera: 40%; mejora de las Técnicas de Gestión: 40%; sobreinjertado: 40%

    ASAJA quiere destacar el momento actual que vive el sector de la viticultura, tras etapas ya pasadas en las que vivió su particular “burbuja”, atrayendo inversiones de capitales que no tenían nada que ver con el sector agrario.

    “Estos paracaidistas que llegaron atraídos por la imagen glamorosa del viñedo han ido cayendo por su propio peso”, señala ASAJA, que añade que el viñedo “no es un sector para especular, sino una actividad agraria que exige tiempo, esfuerzo e inversión, como bien saben los viticultores”.
 

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