EFE.- El presidente catalán ha abierto hoy en el Parlament el pleno monográfico sobre el mundo agrario, que ha solicitado el Govern cuatro años después del último que se celebró en la Cámara catalana.
En un discurso de media hora, Mas ha defendido que de las 131 medidas que se acordaron entonces, ya se han aplicado 100, mientras que 30 están en proceso y sólo una se ha descartado.
Mas ha remarcado que el sector agrario catalán es «eficiente» y «no demasiado subvencionado» y ha asegurado que, de media, las ayudas a un payés catalán son un 50% inferior a la de uno del resto del Estado.
Sin embargo, el presidente de la Generalitat ha asegurado que el sector vive dificultades, en parte por la política «recentralizadora» del Estado, que, según ha dicho, desoyó la petición de Cataluña de que aplicara una Política Agraria Común europea de forma territorializada, por Comunidades Autónomas.
«El Gobierno ha decidido que, en lugar de hacerlo por autonomías, se hará por comarcas agrarias y esto, de facto, es la recentralización en un ámbito en el que las autonomías tienen competencias plenas y exclusivas. Hasta en esto nos encontramos con esta inercia clara de recentralización», ha lamentado.
Además, Mas ha denunciado que el Gobierno ha reducido recientemente las aportaciones al mundo agrario catalán en un 74 % y «se ha quedado con 240 millones de euros para hacer un plan de desarrollo rural a nivel estatal», reteniendo funciones que, según el presidente, «no le son propias».
Mas ha defendido que la Generalitat no se puede quedar «pasiva ante este panorama» y, pese a sus dificultades financieras, ha puesto «más dinero» para que el sector «no pierda».
«El Estado, que tiene más capacidad financiera, reduce significativamente, y la que tiene más dificultades financieras, la Generalitat, es la que pone más dinero. Esta es la paradoja», ha recalcado.
Antes de la intervención en el pleno del conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, Mas ha explicado que la Generalitat ha consensuado el nuevo plan de desarrollo rural 2014-2020, principal herramienta del mundo agrario catalán, en el que la Generalitat ha aumentado su aportación del 42 al 50 %, destinando ya en estos momentos más fondos que en 2006.