EFE.- En declaraciones a Efe, el presidente de la asociación de mariscadores de Nueva Umbría (Huelva), Antonio Márquez, ha indicado que la situación afecta a 400 personas "que tenemos que dar de comer a nuestras familias y a pagar muchas cosas".
El problema radica en que tras dos meses de parada biológica, cuando ha llegado la hora de volver a faenar, se ha cerrado el litoral por contaminación, concretamente por presencia de toxinas DSP, cuya presencia en los moluscos y bivalvos desaconseja su consumo humano.
Se quejan de que esa prohibición "no afecta a turistas e ilegales que a diario, sin formar parte de la actividad regulada, capturan en la costa kilos y kilos de coquinas que después venden y comercializan", ha dicho Márquez.
"Llevamos 10 años pidiendo a la administración más control sobre turistas e ilegales y no se hace nada", ha indicado Márquez, quien ha precisado que se han reunido, durante la protesta, con representantes de la Consejería a los que les han trasladado su petición y la necesidad de buscar una solución.
Además, reclaman que durante la época de paro biológico el sector pueda percibir alguna ayuda para poder subsistir.