La falta de lluvias, las altas temperaturas y las heladas de los últimos días, han afectado y han dado al traste con casi todos los cultivos de Castilla y León, hasta el punto que desde UCCL se estima una reducción media de la producción de más del 60%.
Y es que la Unión de Campesinos de Castilla y León pronostica que a día de hoy la campaña agrícola 2018/2019 será una mala cosecha aque provocará unareducción drástica de la producción de la mayoría de los cultivos de Castilla y León.
Cabe destacar que las lluvias que llegaron a finales de abril permitieron aliviar en parte la extrema sequía, pero que fueron escasas y desiguales, y que lo que hizo pronosticar que podrían recuperarse los cultivos de secano y los pastos de Castilla y León, las elevadas temperaturas que se registraron a posteriori han acelerado su degeneración y finalmente podemos decir que este año la producción se va a reducir un 60% de media en Castilla y León.
Por lo general, los ganaderos son unos de los más afectados, ya que este año no van a poder segar ningún pasto
En los regadíos creen que se puede afirmar que el adelanto obligado de los riegos, ante la falta de precipitaciones que no llegaron hasta finales de abril, han encarecido los costes de producción y, en algunas zonas podrían verse aumentados en un 20% o ser superiores si no llegan las lluvias.
En la provincia de Ávila se puede diferenciar dos zonas, una el macizo central, donde la escasez de precipitaciones ha implicado que los cereales se estén segando para forraje y se puede estimar que la producción va a ser similar a la vivida en el año 2017, que fue el considerado el peor año de la última década. En el Valle del Tietar, las últimas precipitaciones de hace un mes han salvado en parte los cultivos y si las temperaturas no son muy altas puede que se pueda salvar parte de los cultivos.
Por lo general, los ganaderos son unos de los más afectados, ya que este año no van a poder segar ningún pasto. Destacamos el término municipal de Tiñosillos (Ávila) donde la cosecha es tan mala que probablemente no se pueda segar ni cosechar.
En la zona Sur de Valladolid la situación es muy similar a la vivida en Ávila y se peude considerar que la cosecha va a ser un desastre si la situación continúa así. Actualmente se estima una pérdida de un 75% de la producción en la zona sur, mientras que en el resto de la provincia se considera que la perdida puede estar en torno a un 50%. De continuar así, las perspectivas es que la se aproxime a la sufrido en 2017.
Actualmente se están segando los forrajes y se está observando una disminución del 50% con respecto al año pasado, y en cuanto al cultivo de la alfalfa la situación es mucho peor.
Zamora, Segovia y Salamanca al igual que las provincias anteriormente descritas, se estimauna reducción en torno al 30-40% de la producción con respecto al año pasado, pero habrá zonas concretas donde la perdida será mayor.
Con respecto a Palencia, la zona de Campos y Cerrato son las que peor se encuentran y se estima una pérdida del 25 al 30% que puede ser mayor que las temperaturas continúan así de elevadas.
El mayor temor de los agricultores y ganaderos son las altas temperaturas de junio que pueden reducir considerablemente la producción
La zona norte y centro de Burgos parece ser una de las provincias mejor paradas de Castilla y León donde las lluvias de la última semana, que rondaron los 10-25 litros/m2, han ayudado a recuperar los cultivos levemente. En contra se encuentra la zona sur, donde los cultivos de secano están muy afectados por la extrema sequía y se estima una reducción del 40%.
Por lo general, desde laorganización se cree que, aunque es un poco precipitado, cabe calcular de media una pérdida del 60% de la producción con respecto al año pasado. El mayor temor de los agricultores y ganaderos son las altas temperaturas del próximo mes que pueden reducir considerablemente la producción.
Ante esta situación, la UCCL plantea a la administración que implante medidas que palien los daños causados por las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones y reclama una actualización de los rendimientos de los seguros agrarios que permita que los mismos sean más atractivos para los profesionales agrarios y un mayor apoyo de las ayudas a los seguros agrarios.
Del mismo modo, y aunque puede llegar a ser un poco pronto, de continuar las elevadas temperaturas, se pide flexibilidad para el cumplimiento de los requisitos de las ayudas PAC que evite a los profesionales agrario penalizaciones por incumplimientos cuando los mismos se deben a las condiciones climáticas.
(Fotos: UCCL)