Los agricultores de Navarra han denunciado que la Confederación Hidrográfica del Ebro no ha reparado los diques desde enero y que las actuales inundaciones se han producido con un 15 o 20% menos de caudal que las anteriores, por lo que podrían haberse evitado con una adecuada gestión, según las mismas fuentes.
Por su parte, fuentes de COAG han apuntado que las zonas más afectadas por las últimas lluvias están en Valtierra y Castejón (Navarra), con maíz y tomate industrial como cultivos damnificados en una Comunidad que ya ha sufrido varias inundaciones durante este ejercicio.
En general, el campo español atraviesa, debido a las adversidades climáticas como las bajas temperaturas y la alta humedad durante la primavera, grandes retrasos en las siembras y en el desarrollo de cultivos de primavera, así como el "entorpecimiento" y paralización de labores de recogida y siembra de forrajes.
En el norte de España hay alto riesgo de que se hiele la flor del cereal, lo que complicaría su cuajado, y la elevada humedad eleva las posibilidades de que aparezcan en breve enfermedades ligadas a ella; la nascencia de la remolacha está siendo muy lenta por las bajas temperatura y la patata aún no se ha podido acabar de sembrar, lo que mermará la próxima cosecha.
COAG también prevé mermas importantes en los rendimientos de girasol en el norte de España y, en el caso del maíz forrajero, "lo poco sembrado y nacido está muy parado" y habrá "merma sustancial" en la cosecha, aunque las lluvias "vienen muy bien" para la regeneración de los pastos permanentes y de montaña.
Retrasos en los cultivos y más daños por el agua
En Andalucía arrastran un retraso en el inicio de la campaña de unos 10 días, por las condiciones climáticas y, aunque no se ha producido merma de la producción en melocotón, nectarina, ni ciruela, sí se espera una menor producción de albaricoque, ya que la floración y el cuajado se han visto más perjudicados por las lluvias.
En melón y sandía se han producido retrasos próximos a dos semanas en el inicio de recolecciones en dicha comunidad y, para ambas frutas, las temperaturas que sufre Centroeuropa en las últimas semanas está frenando además el consumo y la demanda, han añadido desde COAG.
"Los agricultores de las zonas ribereñas del Ebro en Navarra y Aragón están hartos y desesperados", han afirmado en declaraciones a Efeagro fuentes de la organización agraria UPA, quienes recuerdan que algunos perdieron la cosecha de invierno y ahora les ha ocurrido lo mismo con los de primavera.
Cultivos como el maíz, la alfalfa y las hortalizas son los más afectados en la zona, han puntualizado desde la organización agraria.
La segunda mayor crecida a estas alturas del año, desde que se registran datos, ha dejado graves daños en las tierras de la ribera del Ebro, que se suman a las 14.000 hectáreas afectadas por las anteriores crecidas, que dejaron unos 12 millones de euros en pérdidas sólo en Aragón, ha puntualizado UPA.